Venezuela: un paĆs que sigue brillando
- Eduardo Frontado SƔnchez
- hace 4 horas
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Resulta admirable observar cómo, a pesar de las difĆciles condiciones polĆticas y sociales que atraviesa Venezuela, el paĆs continĆŗa destacĆ”ndose y brillando en el mundo. En momentos tan controversiales como los actuales ādonde el conflicto parece estar a la orden del dĆa y el panorama global no ofrece seƱales de cambio, detenernos un instante para reconocer las cosas buenas que estĆ”n sucediendo se vuelve un acto necesario.
Aunque mĆ”s de ocho millones de venezolanos han emigrado en los Ćŗltimos aƱos, allĆ donde hay un venezolano tambiĆ©n hay una oportunidad de crecimiento, de mejora y de reinvención. No se trata Ćŗnicamente de buscar el bien individual, sino de construir caminos hacia el bien comĆŗn. Cada historia de esfuerzo y superación que surge dentro o fuera del paĆs demuestra que seguimos siendo un pueblo que se levanta, que aprende y que crece.
Entre las noticias que nos llenan de esperanza, destacan hechos como la canonización del doctor José Gregorio HernÔndez o la madre Carmen Rendiles. Son ejemplos de cómo la fe, la constancia y el compromiso con el prójimo se mantienen vivos en nuestra identidad nacional. Los venezolanos hemos aprendido que de los golpes también se crece y que la adversidad puede convertirse en una oportunidad para el bien.
El bien común no estÔ tan lejos de nuestra realidad cuando entendemos que, desde nuestras profesiones, oficios o labores cotidianas, podemos generar cambios trascendentales que beneficien a otros. El verdadero desarrollo de una sociedad emerge cuando comprendemos que el crecimiento individual tiene mÔs sentido si ocurre en colectivo.
Nuestra preparación profesional, creatividad y capacidad de trabajo se reflejan en cada emprendimiento y en cada proyecto que nace dentro o fuera del paĆs. Cada persona que suma esfuerzos demuestra que el verdadero reto para abrazar una humanidad distinta es crecer en positivo y en comunidad.
En un mundo marcado por la individualidad, la envidia y la competencia desmedida, los venezolanos tenemos la oportunidad de ofrecer una lección en positivo: la de la solidaridad, la resiliencia y la esperanza. Nuestra inagotable necesidad de hacer, de crear, de avanzar, es lo que nos mantiene en constante movimiento hacia el bien común, ese bien que, a veces, la humanidad parece haber olvidado.
El llamado que quiero hacer con estas lĆneas es a reflexionar desde lo positivo, a mirar con mĆ”s atención las buenas noticias, las acciones nobles y los logros silenciosos que tambiĆ©n estĆ”n ocurriendo. Lo bueno tambiĆ©n transforma, tambiĆ©n construye. Recordemos siempre que lo humano nos identifica, y que nuestras diferencias, lejos de separarnos, pueden ser la fuerza que nos une.


