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Los Gessen: ¿Podemos ser felices?

Actualizado: 24 ene

Hemos dedicado gran parte de nuestra vida a comprender la naturaleza de la felicidad y cómo esta puede ser alcanzada. A menudo, las personas se enfocan en metas externas como la educación, la riqueza, o los bienes materiales, creyendo que estos son caminos seguros hacia la felicidad. Sin embargo, una perspectiva más profunda y enraizada en la psicología positiva sugiere que la felicidad es más un estado que podemos aprender y desarrollar, y menos un resultado directo de logros externos.

 

La felicidad como habilidad

Contrario a la creencia popular, la felicidad no es solo un subproducto de las circunstancias o de la consecución de metas materiales. Es, en efecto, un estado que puede ser alcanzado a través de prácticas y actitudes conscientes. La investigación en psicología positiva ha demostrado que con una actitud de buscar la felicidad y con las habilidades adecuadas, como la gratitud, el optimismo, la resiliencia y la empatía, mejora nuestro bienestar emocional. Actitud pro felicidad y aptitudes positivas nos permiten una perspectiva más equilibrada, lo que a su vez aumenta nuestras probabilidades de experimentar felicidad.

 

Querer ser felices: el primer objetivo

Un aspecto crucial en la búsqueda de la felicidad es el deseo consciente de ser feliz. A menudo, en nuestras consultas, nos encontramos con individuos que han perseguido con éxito metas convencionales, como ser un profesional, tener una familia, adquirir un carro, o una casa o un buen empleo, pero aun así se sienten insatisfechos o vacíos. Esto destaca una verdad fundamental: el deseo de ser feliz debe preceder a la búsqueda de estos logros. Si nuestras metas están alineadas con este propósito de vida estas metas adquieren un significado más profundo y contribuyen genuinamente a nuestra felicidad.

 

Replanteando Metas y Aspiraciones

Es llamativo que, cuando se pregunta a las personas sobre sus aspiraciones futuras, rara vez mencionan la felicidad como su principal objetivo. Esto podría ser un reflejo de cómo la sociedad valora y mide el éxito. Como defensores de la psicología positiva, es esencial alentar a las personas a replantear sus metas y aspiraciones.

La felicidad no debería ser vista como un subproducto de otras metas, sino como el objetivo primordial. Nacemos con la capacidad de ser felices, y todas nuestras otras metas y aspiraciones deben estar orientadas a nutrir y sostener este estado fundamental.

La felicidad es un estado que podemos aprender y desarrollar. El primer paso hacia ella es el deseo consciente de ser felices. Este objetivo fundamental debe guiar nuestras metas y aspiraciones. Como seres humanos, nuestro objetivo principal de existencia debe ser encontrar y cultivar la felicidad. Todo lo demás, sea un logro académico, material o profesional, debería ser considerado como secundario a este objetivo primordial. Al orientarnos en torno a la búsqueda de la felicidad, no solo enriquecemos nuestras experiencias personales, sino que también contribuimos al bienestar colectivo de nuestra sociedad. Podríamos reconsiderar nuestras prioridades y reconozcamos que ser felices no es solo un derecho innato, sino también una habilidad que podemos y debemos desarrollar activamente... En "Maestría de la Felicidad" puede obtener más información sobre cómo alcanzarla.


Psicólogos

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