La reanudación de vuelos directos entre EUU y Venezuela, suspendidos hace tres años y medio, es “una necesidad” que redundaría en beneficios comerciales, educativos, de salud y culturales, dicen fuentes empresariales, políticas y especialistas en aeronáutica civil del país suramericano.
Los traslados aéreos sin escala desde y hasta ciudades como Caracas, Maracaibo, Valencia, Miami y Georgia menguaron sus frecuencias y ofertas desde 2014, cuando comenzó un prolongado ciclo de crisis económica en Venezuela, que todavía persiste.
Las primeras aerolíneas estadounidenses que suspendieron sus vuelos fueron Delta y United en 2017. American Airlines fue la última en hacerlo, en 2019, después de exacerbarse el conflicto político entre los gobiernos de ambos países.
En medio de masivas protestas contra el chavismo y tensiones políticas, American Airlines, en marzo de 2019, anunció que no volaría entre Caracas y Miami por motivos de seguridad. No fue sino hasta dos meses después que el gobierno federal de EEUU puso un candado oficial a los vuelos directos entre los países, que todavía se mantiene.
La conectividad aérea entre EEUU y Venezuela había sido hasta 2019 “muy alta” y su interrupción nació “estrictamente de un asunto político”, explicó a VOA el abogado aeronáutico de la firma internacional Clyde & Co., Rodolfo Ruiz.
Urgencia humana y comercial
Los pasajeros venezolanos deben hacer escala desde 2019 en países como República Dominicana y Panamá antes de aterrizar en ciudades como Miami, Orlando o Nueva York. Los precios de estos boletos oscilan entre 450 y 1.000 dólares, según la temporada. Otros pasajeros de regiones cercanas a la frontera con Colombia se movilizan por tierra hasta el país vecino para ahorrar parte de su presupuesto viajero con un solo vuelo desde Barranquilla o Bogotá hasta Miami, por precios que rondan los 300 dólares por boleto.
Pero, así, una ruta que tomaba más de dos horas se convierte en un viaje de al menos dos vuelos o traslados terrestres y aéreos con una espera total de entre cinco y 12 horas. "Es absolutamente indispensable. Es un contrasentido que se haya cerrado la vía aérea”, dijo Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras.
Otro reto es el vencimiento de las visas. El cierre de la embajada de EEUU en Caracas en 2019 obligó a los venezolanos interesados en renovar o solicitar por primera vez sus permisos de viaje en sedes consulares en el exterior, esencialmente en Colombia, e invertir centenares de dólares en ello.
Las razones para volar prontamente a EEUU pasan incluso por un asunto de ayudas humanitarias, atenciones a la salud, visitas familiares, nexos culturales y educativos, así como de intercambio económico entre ambos países, advierte Fernández.
Cerca de 500.000 de los 6,8 millones de venezolanos que migraron a diversas partes del mundo durante los últimos años se encuentran en Estados Unidos, de acuerdo con cifras de las Naciones Unidas y la plataforma inteligencia conocida como R4V.
El vocero de los empresarios reivindica la importancia de recobrar los vuelos directos entre ambas naciones para fomentar unos negocios binacionales que, a pesar de las sanciones, han registrado un “incremento importante” en los últimos dos años, apunta. La importación de tecnologías y equipos para el parque industrial de Venezuela desde Estados Unidos sería más expedita con esa interconexión aérea, subraya Fernández.
“Es menester que muchas de esas mercancías lleguen más rápido y con condiciones de cuidado que solo la vía aérea garantiza”, indica, advirtiendo que hay asuntos de “contacto humano” para los negocios que la tecnología no logra resolver, a su entender.
Según Fernández, hay optimismo en su gremio de que haya soluciones y acuerdos entre los gobiernos de ambos países para una reanudación de vuelos el próximo año. “Confiamos en que para 2023 podamos reanudar los vuelos entre estos dos países”, dijo.
Un tema sin colores
La importancia de reanudar los vuelos directos entre EEUU y Venezuela es uno de los pocos asuntos en los que parecen coincidir Maduro y sus adversarios políticos.
Maduro dijo que esperaba abrir “pronto” una ruta aérea hacia Miami. Entre broma y seriedad, comparó a esa ciudad del sur de Florida con el estado La Guaira. “Pronto vamos a abrir vuelos de Miami a Maiquetía para que se vengan a disfrutar de La Guaira. Se vienen de día, se bañan y después se van y les sale más barato que irse para las playas de Miami”, dijo.
Si bien la oposición política respalda mayoritariamente las sanciones contra el gobierno de Maduro y reclama su ilegitimidad como mandatario, hay voces del antichavismo que hacen votos porque asuntos como los vuelos directos entre ambos países se normalicen.
“El restablecimiento de los vuelos directos entre Venezuela y Estados Unidos es una necesidad”, comenta Nora Bracho, diputada electa en 2015. La suspensión de los vuelos directos desde y hacia Estados Unidos es parte de los “embates” que los venezolanos han “sufrido” desde mucho antes del desconocimiento de Maduro, por lo menos desde hace una década, aclaró la diputada a la VOA.
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