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Sin una fuerza cívico-militar no puede haber seguridad regional democrática (1)


Foto: Pixabay

1.- SEGURIDAD REGIONAL: AMÉRICA PARA LOS AMERICANOS.


La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase "América para los americanos", elaborada en 1823 en Estados Unidos, proclamó el principio de la seguridad regional contra la intervención extranjera o extra-continental. Establecía que cualquier intervención de los europeos en América sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de los Estados Unidos de América.


En la época, la Doctrina Monroe representaba una seria advertencia a las potencias europeas, en cuanto a la defensa de los nuevos Estados americanos recién independizados. Es muy importante resaltar que entonces Estados Unidos aún estaba lejos de ser considerado siquiera una potencia regional. No obstante, con la Doctrina Monroe asumió el liderazgo de América. Hizo en defensa y seguridad regional lo que ningún otro país americano.


Pero la Doctrina Monroe no impidió que Venezuela perdiera el Esequibo con Gran Bretaña, a pesar de que nuestro país la invocó pidiendo a Estados Unidos que la aplicase interviniendo. Primera demostración del fraude de la política de EEUU para América Latina: proclama principios que después no defiende, sino los sacrifica por los intereses económicos de su clase dominante. El dinero prevalece sobre los principios. Y no ha impedido que hoy mismo Rusia, Irán, China y Turquía tengan presencia militar y dominen gobiernos en América.


2.- SEGURIDAD REGIONAL ANTICOMUNISTA O DE LA GUERRA FRÍA.


De la Segunda Guerra Mundial emergió Estados Unidos como la primera superpotencia mundial. Y como el líder mundial de la democracia, en oposición al comunismo cuya jefatura ejercía la URSS. La creación de la OEA en 1948, al inicio de la guerra fría, amplía el principio de la seguridad regional convirtiéndolo en seguridad regional anticomunista, enunciado como exclusión del comunismo en América por ser la negación de la democracia.


Como consecuencia, Estados Unidos apoyó los golpes militares cuya justificación fue impedir la implantación del comunismo. El primero fue el de Venezuela, que derrocó el gobierno de Rómulo Gallegos (24 de noviembre de 1948). El discurso de los militares fue fundamentalmente anti-comunista. Tuvo su motivación en el radicalismo de izquierda de los adecos en el poder, llamados así por una combinación de AD-COMUNISTAS, alimentado por el pasado comunista de su líder Rómulo Betancourt.


Los golpes militares respondían a la doctrina de seguridad regional de la Guerra Fría que consideraba al comunismo como el mayor peligro para América, para cada uno de sus países y un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.


3.- SEGURIDAD REGIONAL DEMOCRÁTICA.


Con el derrocamiento de las dictaduras militares, comenzando por Venezuela en 1958, se invierte el concepto de SEGURIDAD REGIONAL practicado desde la aprobación de la Carta de la OEA, en virtud del cual se interpretó que la defensa de la democracia imponía la derrota del comunismo por cualquier medio. Y el medio más apropiado era que los ejércitos nacionales actuaran derrocando a los gobiernos filocomunistas o de izquierda radical, como lo hicieron durante los años 1948-1958, haciendo innecesaria la intervención militar de EE UU.


Venezuela tomó la iniciativa con la que se conoció como Doctrina Betancourt. Al juramentarse en su cargo en 1959, el Presidente Betancourt enunció su Doctrina con estas palabras: “Solicitaremos cooperación de otros Gobiernos democráticos de América para pedir, unidos, que la OEA excluya de su seno a los Gobiernos dictatoriales porque no sólo afrentan la dignidad de América, sino también porque el Artículo 1 de la Carta de Bogotá, acta constitutiva de la OEA establece que sólo pueden formar parte de este organismo los Gobiernos de origen respetable nacidos de la expresión popular, a través de la única fuente legítima de poder que son las elecciones libremente realizadas. Regímenes que no respeten los derechos humanos, que conculquen las libertades de sus ciudadanos y los tiranice con respaldo de las políticas totalitarias, deben ser sometidos a riguroso cordón sanitario y erradicados mediante la acción pacífica colectiva de la comunidad jurídica internacional.”


No tuvo éxito la Doctrina Betancourt. Venezuela quedó aislada en su posición. Sin embargo, en ella tienen su origen dos decisiones trascendentales que tendrán consecuencia en el futuro, cuando derroquemos la narcotiranía de Maduro y fundemos la REPÚBLICA DEL BIENESTAR en Venezuela. Son la expulsión de Cuba de la OEA y la Carta Democrática de América.


De lo dicho dejo dos conclusiones previas:


1) El comunismo fue barrido de América cuando se usó la fuerza, tarea que cumplieron los ejércitos nacionales; y, 2) El comunismo renace y se convierte en la fuerza política dominante en América, porque los civiles han dejado inerme a la democracia no construyendo la REPÚBLICA DEL BIENESTAR, adaptación del ESTADO DE BIENESTAR que ha mantenido la democracia en Europa Occidental durante 75 años. Y los comunistas compran los ejércitos nacionales reclutándolos para el narcotráfico y la explotación de las riquezas nacionales. Para completar EEUU ha quedado cuadrapléjico en su política exterior hacia América Latina. Le han robado el jon con la pelota en la mano.


Ha quedado claro que SIN EL RESPALDO DE UNA FUERZA CÍVICO-MILITAR NO HABRÁ SEGURIDAD REGIONAL DEMOCRÁTICA.


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