Un total de 130 personas murieron en el oeste y el norte de Ruanda en la noche del 2 al 3 de mayo a causa de las fuertes lluvias que provocaron inundaciones y corrimientos de tierra, confirmaron hoy a EFE las autoridades provinciales.
"En total, 130 personas murieron y 77 resultaron heridas, 36 de las cuales están hospitalizadas", declaró este viernes a EFE por teléfono François Habitegeko, el gobernador de la provincia Occidental, la zona más afectada del país.
Según indicó el gobernador, 5.147 casas fueron arrasadas por las inundaciones, mientras que 2.500 sufrieron daños, la mayoría en el distrito de Rubavu, en la provincia Occidental.
"Entre las propiedades destruidas, se encuentran 22 instalaciones sanitarias que sufrieron graves daños", agregó Habitegeko.
De las 130 víctimas, 13 fueron enterradas el jueves en una ceremonia presidida por el primer ministro ruandés, Édouard Ngirente, en representación del presidente del país, Paul Kagame, según reseña el portal web la vanguardia
En su intervención en la ceremonia, Ngirente aseguró que el Gobierno está coordinando la respuesta de emergencia, incluida la evacuación y reubicación temporal de los residentes de las zonas afectadas y de alto riesgo mientras duren las lluvias.
La temporada de lluvias supone un peligro en un país con tantas laderas como Ruanda, donde la mayoría de ellas están habitadas y son usadas como terreno de cultivo.
Ese riesgo es mayor este mes de mayo, puesto que la Agencia de Meteorología de Ruanda ha advertido de que las lluvias superarán ligeramente los niveles habituales en muchas partes del país.
El Ministerio de Gestión de Emergencia (Minema) anunció recientemente que, desde el pasado enero al 20 de abril, desastres naturales similares causaron la muerte de 60 personas, destruyeron más de 1.205 viviendas y dañaron 2.000 hectáreas de terreno en todo el país.
En los últimos cuatro meses, 158 personas resultaron heridas, 44 escuelas destruidas, 12 carreteras destrozadas y las lluvias dañaron 91 puentes en todo el país.
Según las estadísticas, Ruanda pierde 200.000 millones de francos ruandeses al año (más de 163 millones de euros) a causa de las catástrofes naturales.
En los últimos cinco años, la provincia Norte ha sufrido catástrofes naturales más de 1.500 veces y las inundaciones mataron a 201 personas y más de 4.000 cabezas de ganado, además de destruir más de 5.000 casas.
Condolencia del Papa por las víctimas de las inundaciones en Ruanda
El Papa Francisco expresó su cercanía espiritual a todos los que están sufriendo por las fuertes lluvias que azotaron las provincias del occidente y norte de Ruanda, a consecuencia de las cuales murieron 130 personas y cinco mil viviendas quedaron destruidas.
La oración del Papa
En un telegrama en nombre del Papa, enviado por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, a monseñor Arnaldo Catalan, nuncio apostólico del país en Kigali, se afirma que Francisco "ha conocido con profundo dolor la noticia de la pérdida de vidas y la destrucción causada por las recientes inundaciones" y asegura sus oraciones "por los muertos, los heridos y los desplazados, así como por los que participan en las tareas de socorro". Como signo de cercanía espiritual, el Papa invocó a continuación sobre el pueblo de Ruanda "la bendición divina de fortaleza y paz".
Continúan los esfuerzos de socorro
Lluvias torrenciales azotaron el país en la noche del martes al miércoles, causando inundaciones y corrimientos de tierra y destruyendo edificios y carreteras. Las labores de socorro continúan en estas horas, concentradas en encontrar supervivientes, enterrar a las víctimas y encontrar alojamiento para los que perdieron sus casas. Hasta el momento hay 77 heridos, la mitad de ellos hospitalizados desde esta mañana, reseña el vaticannews en su pagina web.
Número incierto de desplazados
"Por el momento desconocemos el número total de desplazados, el recuento está en curso", declaró el portavoz del gobierno, Alain Mukuralinda. Especialmente afectado fue el distrito de Karongi, en el oeste, donde, según la cadena de televisión pública Rba, más de 370 familias han sido trasladadas a refugios temporales tras la destrucción de sus hogares. Las autoridades instan a la población a permanecer alerta, especialmente por la noche, y a trasladarse a lugares más seguros a medida que se intensifican las lluvias.