El eternauta: ciencia ficción con toque argentino
- Aquilino José Mata
- hace 1 día
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Es muy difícil no engancharse a una serie con tantos y variados atractivos como El eternauta, la primera producción argentina de ciencia ficción realizada para Netflix. Con el gran Ricardo Darín de protagonista, esta distópica historia se ha colocado, desde su estreno el pasado 30 de abril, entre lo más visto de la plataforma de contenido multimedia. No hay que buscar mucho para encontrar la clave del éxito del que, sin ninguna duda, es uno de sus grandes fenómenos de audiencia. Adaptación de la novela gráfica de Héctor Germán Oesterheld, publicada en 1957, ha sido concebida y dirigida por Bruno Stagnaro, eminente cineasta porteño, creador de miniseries atractivas y adictivas para la audiencia, como Okupas (2000) y Un gallo para Esculapio (2017), así como el largometraje Pizza, birra, faso (1998).
A lo largo de sus seis episodios, la trama, ambientada en Buenos Aires, cuenta los estragos de una misteriosa nevada veraniega que mata a la gente con tan solo tocarla y acaba con la mayor parte de la población, además de dejar incomunicadas a miles de personas. Pero bajo la apariencia de un suceso meteorológico sin precedentes, lo que se esconde en realidad es una invasión extraterrestre, lo que obliga a toda una serie de personajes a mantenerse en un ecosistema devorado por la inclemencia climática. Juan Salvo, rol que interpreta Ricardo Darín, se embarca así con sus amigos en una lucha desesperada por la supervivencia. Esta premisa de ciencia ficción apocalíptica ya ha sido confirmada para una segunda -y última- temporada, según lo acaban de anunciar sus productores, que prometen hacerlo “espectacularmente” a través de ocho capítulos, a emitirse en una fecha oportuna.
Uno de los aciertos de El eternauta son los tiempos narrativos de los primeros episodios, ya que el espectador va descubriendo, a la par que los protagonistas lo que ocurre fuera: El primer episodio solo transcurre en una casa. En el segundo, recorre el edificio. En el tercero, se adentra al barrio. Y en el cuarto, a toda la ciudad. La idea es resaltar la cooperación y la resistencia ciudadana, con un más que evidente mensaje social y político como el nervio motor de la serie.
Aparte de tener a Ricardo Darín como estrella principal, cuenta con un eficaz y sólido elenco de actores, entre ellos dos histriones venezolanos emergentes: la debutante Orianna Cárdenas y Jesús Miseli, de corta trayectoria en las tablas porteñas y que realiza aquí su primera aparición en el mundo audiovisual. Su actuación en el tercer episodio ha sido destacada como “una de las mayores sorpresas de la serie”. En cuanto a Orianna, enfrentó un exigente casting y el director Stagnaro quedó tan impresionado que la seleccionó para otorgarle uno de los papeles principales, el de Inga, una joven repartidora venezolana de deliverys que termina sin querer en el grupo de Juan Salvo. Los amantes de los buenos productos audiovisuales no deben perderse esta serie de muy alta factura.