Contra el descarte creativo: “Conception”

 Conception sigue la línea de su director: pocos elementos, pero todos cargados de sentido.

A Fabricio D’Alessandro lo conocí por LinkedIn. Publicó un texto sobre edadismo en el mundo creativo y enseguida sentí que no era otro post más. Decía cosas que muchos

piensan y pocos dicen. Que, en publicidad, cumplir años se vuelve casi una falta. Que la

experiencia se transforma en sospecha. Que la industria quiere juventud, no madurez.

Brillo, no fermento.

Ese texto no era solo una opinión: era el corazón de Conception, su nuevo cortometraje,

que se presenta este jueves 7 de agosto en el 9no Festival Terra Alta INFCTA, en BOT.

Fabricio es argentino, vive en Barcelona, y tiene una mirada clara y sin concesiones

sobre lo que significa seguir creando cuando el mercado parece haber pasado de largo.

Conception es una sátira. Pero no de las que gritan. Es de las que te hacen reír con un

nudo en la garganta. La historia gira en torno a Marc e Ignasi, dos creativos publicitarios "senior" que se enfrentan a su peor miedo: ya no tener ideas. Ni ideas ni relevancia. Ni espacio. En una noche absurda, casi tragicómica, intentan encontrar esa última chispa que los mantenga vivos, aunque sea un rato más. Fabricio no cae en el cliché del "'ultimo golpe de genio" lo que muestra es más triste y más real. El intento desesperado de no volverse invisible.

El guión de Conception fue escrito por Javier Debarnot, quien también cruza esa barrera simbólica de los 40. Así lo refiere en un posteo en su cuenta de LinkedIn: "¿Entra en declive la vida profesional de un creativo a partir de los 40 años? Es el tema central de #Conception, mi primer cortometraje como guionista (de más de 40...). Muy orgulloso de haber participado de este proyecto junto al director Fabricio D’Alessandro y a grandísimos profesionales, destacando a los actores principales de la historia: Iván Morales y Xavi Sáez."

La dupla creativa —tanto en la historia como en la vida real— funciona. Hay humor negro, sí, pero nunca gratuito. Hay melancolía, pero no derrota. La película exagera códigos del rubro para reírse desde adentro. No denuncia de forma frontal: se ríe con dientes apretados. Y duele, porque uno se reconoce.

Visualmente, el corto sigue la línea de su director: pocos elementos, pero todos cargados de sentido. Manresa -comunidad autónoma de cataluña- no es solo el escenario, es un personaje más. El lugar habla tanto como los protagonistas. Todo está al servicio de una idea: cuando se apaga la creatividad, también se apagan los vínculos. Marc e Ignasi no solo buscan una idea; buscan reconectarse. Como dupla. Como pareja. Como seres humanos.

Fabricio viene de una primera película, Oculto el sol, que ya mostraba su estilo: minimalismo estético, narrativas emocionales, y una atención obsesiva al detalle. Pero Conception tiene algo distinto. Una urgencia. Un filo. Tal vez porque no solo habla de una crisis personal, sino de una falla estructural del sistema creativo. El corto no denuncia a gritos. Pero tampoco se esconde. Se ríe, sí. Pero se ríe con tristeza.

Y eso, creo, es lo más valioso de todo: Conception no busca gustar. Busca decir algo que importe. Como Fabricio escribió en aquel post: "No por sobrevivir, sino por seguir diciendo algo que importe".

Este jueves 7 de agosto lo presenta en persona. Si están cerca, vayan. Si trabajan en publicidad, más todavía. Porque todos los que alguna vez sintieron que ya estaban “fuera de juego”, van a encontrar algo ahí. Aunque sea una chispa.

Juan E. Fernández, Juanette