Una comedia que no evade el drama
- Aquilino José Mata
- 1 jul 2024
- 2 Min. de lectura

El próximo fin de semana (sábado 6 y domingo 7 de julio) llega a las tablas del Centro Cultural de Arte Moderno (antes BOD), la que sin lugar a dudas es una de las obras más exitosas del teatro venezolano: Esperando al italiano, de la fallecida escritora Mariela Romero y bajo la dirección de Tullio Cavalli, acertadamente calificada por el escritor y hombre de televisión, Boris Izaguirre, como “una comedia que no le tiene miedo al drama”.
Esta pieza, presentada por primera vez hace 36 años con notable respaldo de crítica y público, en la Sala Alberto de Paz y Mateos de El Nuevo Grupo, contó en aquel estreno con las muy recordadas actuaciones de Liliana Durán, Belén Díaz, Estelita Del Llano, Malú del Carmen y Gilberto Pinto, con dirección de Armando Gota. Desde aquel 1988, su recorrido por diferentes escenarios, nacionales e internacionales, ha sido más que afortunado.
Cabe recordar el feliz regreso de Esperando al italiano en una nueva versión, exhibida en 2010, esta vez en el Trasnocho Cultural, bajo la dirección de Tulio Cavalli y un elenco integrado por Carolina Perpetuo, Caridad Canelón, Hilda Abrahamz, Tania Sarabia y Hernán Marcano.
A partir de allí, se mantuvo en cartelera durante seis temporadas, con dos giras al interior del país. Y entre 2015 y 2017, se escenificó en Londres, Madrid, Tenerife, Miami, Houston y Orlando. Por otra parte, ha sido traducida y representada en inglés, sueco, noruego y alemán.
La obra muestra a tres amigas, acompañadas de una hilarante doméstica y un viejo y pusilánime camarada, que narran sus miserias un sábado por la noche mientras esperan, entre nostálgicas evocaciones, cantos y juegos, la llegada de un macho italiano, al que ellas han contratado a distancia, para satisfacer y cambiarle el color a sus mustias, monótonas y frustradas existencias. Inolvidables personajes que tejen duras metáforas que golpean contundentemente a dictaduras, injusticias sociales y otras vicisitudes que establecieron un estatus de inferioridad para la mujer latinoamericana.
Además, es un emocionado canto a la amistad y, como lo señaló en su momento el dramaturgo Isaac Chocrón, “la evocación nostálgica de una Venezuela profundamente libre que se niega a desaparecer”. Luego hubo otras presentaciones, a comienzos de este año, en el Centro Cultural Chacao y posteriormente en el BOD, que consolidaron su gancho de público y crítica.
En el montaje que veremos el próximo fin de semana estarán Hilda Abrahamz, Carolina Perpetuo, Caridad Canelón, Tania Sarabia y Marcos Moreno, el mismo elenco que la presentó recientemente, y el director volverá a ser Tullio Cavalli.
La oportunidad será propicia para, en clave de comedia, reencontrarnos con esa Venezuela viva que tanto nos caracteriza. Y mucho más allá, pues estudiosos del teatro nacional la consideran una de las obras que mejor representa la idiosincrasia de la mujer latinoamericana.
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