30 September 2012
Las aventuras golpistas durante la democracia –sin excepción- solamente produjeron muertes innecesarias y no lograron su objetivo. Ni siquiera Chávez pudo cumplir, mediante la fuerza de las armas, su “por ahora”. Tuvo que dejar el golpismo, aceptar el juego democrático y salir a buscar los votos de los ciudadanos para ganar unas elecciones, y así, acceder a la presidencia. Esta es la realidad y el comandante en Jefe, Hugo Chávez, lo sabe. Los jefes militares asimismo están claros que dar la orden de desconocer unas elecciones, y asumir el poder por la fuerza en esta etapa histórica, conduciría a Venezuela a una catástrofe social.
El comandante en jefe de Venezuela correría el riesgo de que las fuerzas castrenses no acataran una orden inconstitucional. El alto mando militar y la mayoría de los oficiales superiores y subalternos están al corriente que de presentarse un fraude gubernamental, como sería el no aceptar un triunfo de la oposición, conllevaría a una explosión nacional que involucraría a más de la mitad del país. ¿Qué militar, en su sano juicio, no advertiría que esta acción trasladaría a Venezuela a una situación tan grave como lo fue en Libia o está aconteciendo en Siria? ¿Quién del generalato querría asumir la responsabilidad penal y legal de una violación de los derechos humanos o de alguna acusación por genocidio, luego de la ausencia probable del comandante en jefe? ¿Por qué o por quién, el alto mando no se sentaría con el nuevo presidente electo, si ganara las elecciones, para llegar a acuerdos que garanticen la paz y la seguridad del país, cuando el propio Henrique Capriles ha garantizado llegar a entendimientos con todas las partes?
Los jefes militares ya lo han manifestado, “somos chavistas porque el comandante en jefe es Hugo Chávez”. Lo cual equivale a decir “ahora somos ‘caprilistas’ porque el comandante en jefe es Henrique Capriles. Esta es la verdad: De la misma forma que los oficiales NO chavistas acatan el comando de Hugo Chávez, los oficiales chavistas acatarán las órdenes del comandante en jefe Henrique Capriles Radonski, si sale victorioso el 7 de octubre. No quepa la menor duda. Ya lo dijeron ellos mismos en boca del jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO), el mayor general Wilmer Barrientos: “Las Fuerzas Armadas van a respetar la voluntad del pueblo y se van a apegar a la Constitución… Que nadie tenga cartas ocultas, vamos a jugar con las cartas limpias, la Fuerza Armada actuará contundentemente ante cualquier foco de violencia, venga de donde venga.”
