Mountainhead: La película que predijo que cuatro tipos con dinero arrinuarían el mundo
- Juan E. Fernández, Juanette
- hace 2 días
- 3 Min. de lectura

Queridos lectores, tengo noticias: el futuro ya llegó y es exactamente tan deprimente como esperábamos. Resulta que Jesse Armstrong, el genio detrás de Succession, decidió que necesitábamos una nueva pesadilla existencial y nos regaló Mountainhead, una película que técnicamente es ficción pero que se siente como estar viendo las noticias de mañana.
La premisa es simple y aterradora: cuatro multimillonarios tecnológicos se van de retiro
a una mansión en las montañas mientras el mundo se prende fuego por culpa de las
herramientas de IA que ellos mismos crearon.
Steve Carell, Jason Schwartzman, Cory Michael Smith y Ramy Youssef interpretan a estos cuatro amigos que manejan el destino del planeta desde sus teléfonos. Uno tiene una red social con 4 mil millones de usuarios (que no es Facebook, guiño guiño), otro busca la inmortalidad digital porque le diagnosticaron cáncer, el tercero desarrolla IA "para el bien de la humanidad" y el cuarto tiene una app de meditación y tan solo 521 millones de dólares, lo que le convierte en el más pobre del grupo.
Argentina: el patio de juegos de los billonarios
Y acá viene la parte que nos toca de cerca: En la película, Argentina aparece como el ejemplo perfecto del caos mundial. Los personajes hablan de nuestro país con esa mezcla de oportunismo y desprecio que ya conocemos: "Argentina es un caos, se está hundiendo, el banco central se volvió loco".
Pero la cosa no queda ahí. Estos tipos ven nuestra crisis como una oportunidad de negocio. Literalmente consideran "hacerse con un par de naciones en decadencia" y sugieren "tomar Argentina, Venezuela o Cuba". El colmo llega cuando uno de ellos establece comunicación directa: "Buenos Aires, aquí Mountainhead, ¿me escuchan? ¿Quién es quién en el golpe?".
Es humor negro puro, pero duele porque suena demasiado real. Armstrong nos muestra cómo estos magnates ven a países enteros como variables en sus cálculos financieros. Para ellos, una nación en crisis es como una acción barata: una oportunidad de compra.
Pero lo más perturbador de Mountainhead no es que prediga el futuro, sino que describe el presente. Los deepfakes ya están acá, la desinformación ya es un arma de guerra, y un puñado de tipos con demasiado dinero y demasiado poder ya controlan buena parte de lo que vemos, leemos y creemos.
La película llega en un momento donde el Foro Económico Mundial considera a la desinformación por IA como "la mayor amenaza global". Casos reales como el de Hong Kong, donde un empleado transfirió 20 millones de dólares por una videollamada falsa, ya no son ciencia ficción.
El espejo distorsionado que no queremos mirar
Armstrong logra algo brillante: crear personajes tan despreciables que nos resulta imposible empatizar con ellos, pero tan reconocibles que no podemos dejar de verlos.
La película funciona como ese espejo de feria que te devuelve una imagen distorsionada pero innegablemente tuya. Nos muestra un mundo donde la línea entre innovación y destrucción se volvió borrosa, donde la democracia es vulnerable a las decisiones de cuatro tipos jugando póker en una mansión.
Mountainhead no es una advertencia sobre lo que podría pasar. Es una radiografía de lo que ya está pasando. Y eso, precisamente, es lo que la convierte en la película más inquietantemente profética de 2025.
Al final, la pregunta no es si estos cuatro ricachones van a terminar de arruinar el mundo. La pregunta es si nosotros vamos a seguir mirando por televisión mientras lo hacen.
PD: La próxima vez que vean una noticia que parece demasiado loca para ser real, recuerden Mountainhead. Capaz que no es tan loca después de todo.
Their friendship is so beautiful. If possible, I would like to travel like that too crazy flips 3d