La de María Teresa ha sido una carrera importante, que ella se tomó con mucha seriedad desde sus inicios como cantante hace 60 años, que los acaba de cumplir. Y para celebrarlos tiene programadas una serie de presentaciones, que se iniciaron el pasado 2 de octubre, con un concierto en Valencia dedicado a Aldemaro Romero. Allí cantó acompañada por la Sinfónica de Carabobo, dirigida por el maestro José Carmelo Calabrese. Ahora se encuentra en Estados Unidos, donde tiene previstas varias presentaciones, para continuar luego festejando sus seis décadas artísticas a lo largo de 2023, en conciertos a efectuarse en Venezuela y otros países, entre ellos España.
Antes de irse, la artista dejó grabado un tema navideño, que ya está disponible en las distintas plataformas de descargas digitales. Se trata “Pregón de Navidad”, del gran Henry Martínez, en una versión “menos lírica y más festiva”, según la describe su intérprete, que aún se mantiene vigente y que tiene en su haber un Grammy Latino, que al decir de su descubridor y mentor, el recién fallecido compositor Chelique Sarabia, “no fue de regalo, sino ganado en buena lid, como premio a su esfuerzo por mantenerse al día en su oficio”. El máximo galardón de la Academia estadounidense del disco lo obtuvo en 2012, en el rubro de “Álbum de música para niños”, como productora e intérprete del disco “María Teresa canta cuentos”. En una entrevista que le hicimos en aquel momento a Chelique, el autor de “Ansiedad” nos narró los inicios de su pupila:
“La historia de María Teresa comienza cuando ella estudiaba en el liceo Aplicación. Su hermana, Rosa Virginia, era cantante de mi conjunto, pero ella se casó y se fue a vivir con su esposo a los Estados Unidos. Quedé con un contrato con El Palacio de la Música para dos discos al año. Tenía en cartera a Cherry Navarro, pero quería hacer algo más variado, con dos voces, por lo que le propuse a María Teresa participar en ese álbum, que se llamó “Chelimanías”. Ese disco sirvió de portaviones para el lanzamiento de Cherry y María Teresa, quien en el próximo disco, ya como solista, cantó su primer tema venezolano: “El piragüero”. Allí fue perfilando su estilo y ya nunca más dejó la música. Estaba embalada en sus estudios y al principio creo que no se había planteado tomarse profesionalmente lo del canto. Para diferenciarla de Rosa Virginia, la pusimos a hacer versiones en español, con letras adaptadas por mí, de éxitos juveniles internacionales, pues era la época de Club Musical, un programa juvenil que hacíamos en Radio Caracas Televisión. En esa onda también le escribí algunos temas originales y creo que uno de los mejores que le hice fue “Nada, nada”. Su incursión de lleno en la música venezolana se produjo en 1970, con el elepé “La paraulata”, que grabó con Juan Vicente Torrealba. Ya en esta etapa le produje el álbum “En este país”, otra de las canciones mías que mejor interpreta”, concluyó Chelique para rememorar aquellos inicios de María Teresa hace seis décadas, que el país hoy celebra entusiastamente con ella.