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Las noticias de economía del 11Nov en Venezuela




La economía venezolana encara el 2026 desde una mezcla de señales positivas en actividad y persistentes riesgos estructurales.
La economía venezolana encara el 2026 desde una mezcla de señales positivas en actividad y persistentes riesgos estructurales.

Un resumen de las informaciones de importancia en el plano económico venezolano


Economía venezolana en 2026: entre la resiliencia y los riesgos estructurales


La economía venezolana encara el 2026 desde una mezcla de señales positivas en actividad y persistentes riesgos estructurales. En el frente petrolero, señales de mayor producción de crudo y la vigencia de las licencias de empresas como Chevron, se valoran positivamente; mientras por el otro lado, la debilidad del bolívar y la creciente inflación, así como las tensiones políticas con Estados Unidos, juegan en contra.


La aceleración de los precios y la volatilidad cambiaria continúan entre los factores que más limitan el optimismo. Encuestas y mediciones recientes muestran expectativas inflacionarias altas y un panorama de incertidumbre para 2026, lo que condiciona decisiones de inversión y consumo a mediano plazo. Para que 2026 consolide una senda de recuperación más estable, será clave una desaceleración real de la inflación y señales creíbles de estabilidad cambiaria.


El gobierno dejó de publicar información sobre inflación el año pasado y el último dato disponible es el de octubre de 2024. En su discurso ante la Asamblea Nacional en enero, el presidente Nicolás Maduro dijo que el año pasado la inflación fue de 48%, pero sobre la evolución de los precios en 2025 no hay cifras oficiales.


Se ha dado una serie de pronósticos que van desde 250% hasta 550%, para el cierre de la inflación de este año, no obstante, los datos que en silencio tiene el venezolano lo reflejan día a día cuando van al mercado o la farmacia.


En el terreno institucional y de política económica hay factores que marcarán la diferencia en 2026.


Uno es la capacidad del Gobierno de traducir el ingreso por hidrocarburos en gasto productivo. Las exportaciones petroleras alcanzaron en septiembre el millón de barriles diarios, una cota a la que no llegaban desde 2020 y aunque en octubre cayeron, dan una señal de que la industria está dejando atrás la debilidad que venía mostrando, lo que puede abrir un espacio para ingresos extras en 2026 que ayuden a sostener el crecimiento económico.


La disparidad en las proyecciones de crecimiento para 2026 refleja la dificultad de medir una economía que opera bajo un bimonetarismo no oficial y una alta opacidad de datos. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ofrece la perspectiva más optimista. Proyecta que Venezuela crecerá 2% en 2026, una cifra que la situaría ligeramente por debajo del promedio de crecimiento regional.


El entorno externo y las sanciones siguen condicionando el ritmo y el tipo de recuperación. La apertura de vías comerciales, la normalización parcial de relaciones financieras con algunos socios y acuerdos con empresas petroleras extranjeras podrían acelerar la entrada de divisas; por el contrario, restricciones mayores o shocks externos (caídas del precio del crudo, menor demanda global) deteriorarían las expectativas.


En agosto, la agencia Reuters reportaba que la empresa China Concord Resources Corp comenzó el desarrollo de campos petroleros en Zulia, con la idea de llegar a producir 60.000 barriles diarios para fines de 2026, con una inversión de 1.000 millones de dólares, lo que podría servir como apoyo a la creciente producción de crudo.


A lo anterior hay que sumar la llegada de diluyentes necesarios para la refinación provenientes de Rusia, en sustitución a los que se compraban en Estados Unidos, lo que le puede aportar a la industria mayor estabilidad.


Por otro lado, la dinámica de la dolarización está mostrando en 2025 un giro que seguramente será relevante en 2026. Hablamos de la expansión del uso de USDT, impulsada por la necesidad de la población y el sector comercial de encontrar un sustituto estable ante la devaluación del bolívar y la escasez de efectivo en divisas, además de un puente de conexión con el comercio y las finanzas internacionales.


Es un área que gana cada vez más formalidad en el país y en el que están por surgir herramientas bancarias, como lo dijo en exclusiva para Banca y Negocios Rodolfo Gasparri, presidente de Conexus, empresa que gestiona una de las dos redes de interconexión bancaria que operan en Venezuela.


"Trabajamos en un proyecto de blockchain, porque las monedas fluctúan mucho y hoy en día la gente en Venezuela hace cobertura con stablecoins; de hecho, existen dos aplicaciones autorizadas en el país. La visión de Conexus es que esta red blockchain permita que el cliente del banco pueda hacer depósitos en criptomonedas", explicó Gasparri.


El entorno empresarial local también da señales mixtas y presta mucha atención a las variables claves como la cambiaria. A mitad de 2025, la encuesta de coyuntura de Conindustria mostraba que 40% de los consultados esperaba que la situación del sector estuviera peor a la misma altura del año próximo, mientras que 35% no estimaba que se producirían cambios.


No obstante, 95% de las empresas encuestadas manifestó que había hecho inversiones en el segundo trimestre del año, y 92% pensaba seguir invirtiendo en maquinaria, equipos y sistemas, lo que apunta a la búsqueda de ampliación de la producción.


Venezuela llegará a 2026 con un panorama frágil, pero no exento de oportunidades. La recuperación parcial del sector petrolero, el ingreso de nuevas inversiones extranjeras y la creciente formalización del uso de divisas digitales ofrecen una base sobre la cual podría construirse una expansión moderada, si se logran estabilizar las variables macroeconómicas.


Sin embargo, el desafío principal seguirá siendo restaurar la confianza: sin estadísticas transparentes, disciplina fiscal y señales claras de apertura económica, el repunte corre el riesgo de diluirse. Con información de bancaynegocios.com


Precio del dólar y del euro


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El Banco Central de Venezuela informó que el precio del dólar para e cierre de la jornada quedó en 233,04 bolívares y el precio del euro en 270,25 bolívares. Estos serán los precios de estas divisas para el miércoles 12 de noviembre.


En comparación los precios del 3 de noviembre, tenemos un aumento de 9,08 bolívares en el dólar y de 12,11 bolívares en el euro.



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