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Donald Trump: Un hueso 'duro de roer'

Cuando una persona es difícil de comprender o influenciar como el expresidente Donald Trump los estadounidenses lo definen como 'hard nut to crack'. Trump lanzó su candidatura en junio de 2015 y desde marzo de 2016 pasó a ser el favorito hasta convertirse en presidente en enero de 2017. Lleva 6 años asediado, acusado y atacado en todos los frentes: No se puede subestimar, sigue en el tope de las encuestas y puede regresar a la Casa Blanca

Sus adversarios, los demócratas, y los conservadores que no apoyan a Trump, se auto vislumbran capaces de vencerlo en las primarias republicanas y luego en la campaña presidencial. Sin embargo, a pesar de todos los procesos en su contra Trump permanece encabezando las encuestas entre los republicanos, y a nivel nacional compite el primer lugar para las elecciones presidenciales del 2024 con el actual presidente Joe Biden. Aunque hay muchos elementos estratégicos que considerar y un sinnúmero de hilos sueltos políticos, económicos, sociales y legales que analizar, sin ninguna duda Trump puede ganar y volver al 1600 Pennsylvania avenue en Washington, DC.

Las últimas encuestas indican que el expresidente y el presidente se encuentran cabeza a cabeza disputándose el primer lugar en las preferencias para volver a la Casa Blanca en enero de 2025. En el promedio de las investigaciones Donald Trump ganaría las elecciones con 0.1 punto.

En las primarias del partido republicano —por los momentos— se encuentra en primer lugar Donald Trump...

Si bien es cierto que otros candidatos que lo enfrentarán en las primarias republicanas vienen subiendo en las encuestas, no lo es menos que Trump ha mantenido su porcentaje en los 45 puntos porcentuales en las últimas investigaciones. El gobernador Ron De Santis ha subido hasta el 36 por ciento en la última medición mientras. Trump tiene en el promedio de las encuestas 46 %. De santis 31 %, Mike Pence 6.4 %, Nikki Haley 4 %, Marco Rubio 3 %, Mike Pompeo 2 %, Ted Cruz 1.8 % y Tim Scott 1%.

Por el otro lado, las encuestas muestran que Joe Biden no ha logrado un buen nivel de aprobación en su gestión presidencial.

En promedio de las encuestas Joe Biden tiene 43.8 por ciento de aprobación y más de la mitad, 51.4 % de desaprobación.

A Biden lo desaprueban en el manejo de: La economía el 58.1 %, en inflación 62.6 %, en inmigración 60 %, y en la dirección del país, el 65.8% de los estadounidenses consideran que Biden va por el camino equivocado.

El hilo político favorece a Trump

Ron de Santis es el gran favorito de los republicanos para sustituir a Donald Trump como su abanderado... pero...

Hasta el momento no ha anunciado su candidatura oficialmente pero todo indica que lo hará. Es un político renovado y mantiene las tesis políticas más conservadoras del partido republicano que satisface a una buena parte de los republicanos incluido los 'MAGA' y pertenece a una generación de alto empuje que pudiera ser entusiasmada para acompañarle sobretodo si Joe Biden repite su candidatura. También es importante señalar que De Santis en las últimas encuestas aparece como ganador en el escenario Biden Vs. De Santis...

De Santis (1978) se graduó de la Universidad de Yale y de la Facultad de Derecho de Harvard. Es un abogado y fue ex oficial y asesor legal del 'SEAL Team One' estadounidense. Actualmente es el gobernador de la Florida desde 2019 y —valga decirlo— ha conformado junto a su esposa una ejemplar familia. No obstante, al todavía no ser candidato no ha recibido aún las arremetidas y ataques de sus adversarios ni ha sido víctima aun de las estrategias políticas agresivas, por lo que no conocemos cómo le podrían afectar.

El otro problema que enfrentará De Santis así como los otros precandidatos republicanos es que son muchos y todos ven como el candidato a vencer a Trump. Mientras tanto el expresidente se mantiene con un sólido porcentaje de apoyo dentro del partido que no ha variado significativamente en el tiempo. Los demás candidatos tendrán que compartir los votos no trumpistas. Tendrían que unirse todos en torno a quien tenga más votos, en el momento Ron De Santis, para ganarle al expresidente la nominación. Y, hoy vemos más probable que Marcos Rubio, Ted Cruz, y Nikki Haley se sumen a Trump que al gobernador de la Florida, porque de ganar De Santis la presidencia, el camino de las posibilidades de ellos de llegar a la Casa Blanca se debilita considerablemente. Tampoco estamos seguros cuál camino tomarían los Mikes, Pence y Pompeo.

El hilo social polariza al país

Trump se mueve como pez en el agua en medio de un escenario de confrontación y de polarización social. Por ello lo provoca. Este escenario hace movilizar a sectores que se desenvuelven en el centro democrático, radicalizando las posiciones. De alguna manera se estimula en alguna medida el odio social, y se segmenta la sociedad entre seguidores de distintas causas. Pro abortistas versus no abortistas, pro apoyo a minorías y sus contrarios, pro libertad religiosa y pro un credo en particular, derecha o izquierda, pro inmigración y anti migración, o pro más seguridad social o restringirla. Ahora, para las próximas elecciones no solamente Trump usa como siempre la confrontación. Lo curioso es que los demócratas lo emplean igualmente con los temas de la libertad de decisión de las mujeres sobre su cuerpo, con la defensa de los migrantes, o la lucha anti discriminación. Las próximas elecciones por ello tendrán el mayor número de participantes y de votantes de la historia. Por ahora, es prematuro señalar cómo afectará las elecciones presidenciales. Pero la historia nos muestra que en similares circunstancias ganan o toman el poder los líderes más radicales.

El impredecible hilo económico

Por supuesto que la economía definirá en buena medida la elección presidencial, pero no siempre es así. En las pasadas elecciones intermedias del Congreso con una inflación galopante, los intereses subiendo, y el anunció de una recesión mundial y en EEUU, Joe Biden y los demócratas salieron muy bien parados y la percepción nacional fue que ganaron las elecciones. Entre los republicanos se culpó a Trump y muchos conservadores voltearon hacia Ron De Santis. No podemos determinar a casi dos años de distancia si habrá una recesión mundial como muchos analistas indican y cómo será la economía en dos próximos años en los Estados Unidos. Lo que sí sabemos es que en estos dos años, la inversión trillonaria en dólares que fue aprobada por el Congreso propuesta por Biden correrá en múltiples contratos generando empleo y riquezas. Esto es lo que sentirán la mayoría de ciudadanos, independientemente de que semejante gasto público afecte a la economía durante años.

El hilo legal de Donald Trump, el que más le teme el expresidente

Investigaciones por presuntas evasiones de impuestos en sus negocios investigados por la Fiscalía de New York, el asalto e insurrección al Capitolio y los intentos de alterar el resultado de las elecciones de noviembre de 2020, en pleno proceso legal por parte del Departamento de Justicia y de los fiscales y jueces a cargo, y la investigación por sacar y retener documentos secretos en su casa a cargo de un fiscal especial, son el mayor peligro que afronta Donald Trump. Sin embargo, y luego de dos años pensamos que el tiempo ha jugado en favor del expresidente. La investigación del Congreso no pudo concretar ninguna acción aunque considerara que sí hubo insurrección y que el expresidente fue su promotor. Los fiscales y jueces no han presentado cargos en contra de Trump que impidan su postulación y el tiempo apremia. No parece probable que se pueda demostrar que Trump estuvo detrás de la insurrección. El caso de los documentos secretos en la residencia de Trump queda eclipsado por la aparición de otros documentos similares en casa de Joe Biden y de Mike Pence. Las acusaciones en contra de las empresas de la organización Trump parece afectar a las compañías pero no al expresidente. Somos escépticos de que Trump vaya a la cárcel o que quede inhabilitado políticamente. Las consecuencias para el país, la institución presidencial, otras instituciones y su credibilidad serían graves. Es posible en muy buena medida que no se haga ninguna imputación a Donald Trump. Recordemos que nunca un presidente de los Estados Unidos ha sido inculpado. Andrew Johnson, el decimoséptimo presidente, fue acusado por la Cámara de Representantes en marzo de 1868 porque había destituido al secretario de Guerra, Edwin Stanton, sin recibir la aprobación del Senado, pero la moción de enjuiciarlo no recibió los necesarios votos, Ni siquiera el Presidente Bill Clinton por el delito de perjurio al mentir bajo juramento ante un gran jurado. Tampoco Richard Nixon por el espionaje en Watergate. Creo que la próxima vez que hablemos de enjuiciar a un presidente agregaremos a Donald Trump como el cuarto ejemplo de los presidentes o expresidentes no enjuiciados.

Definitivamente —y por los momentos pierda o gane la nominación y/o la presidencia Donald Trump será un hueso 'duro de roer' en las próximas elecciones...

No descartamos que la contienda presidencial del 2024 sea entre el empresario demócrata Gavin Newsom exalcalde de San Francisco, de 2004 al 2011, reelecto por más del 72 por ciento de los votos, vicegobernador de California desde 2011 al 2019 y actual gobernador de California desde 2019, casado con 4 hijos, y el gobernador de Florida Ron de Santis. Sería el mejor escenario para los Estados Unidos, pero ese análisis quedará para otra oportunidad...








Psicólogo


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