top of page

Bolivia va hoy a elecciones presidenciales con visión de segunda vuelta

Actualizado: hace 9 horas

Esta podría ser la primera vez que Bolivia defina la votación en segunda vuelta. Foto: Órgano Plurinacional Electoral
Esta podría ser la primera vez que Bolivia defina la votación en segunda vuelta. Foto: Órgano Plurinacional Electoral

Días antes de las elecciones generales de este domingo 17 de agosto, en las calles de La Paz se veían pocos carteles con los nombres de los candidatos y solo algunas personas acompañaban las caminatas de campaña en Bolivia.


La mirada de los bolivianos parece estar puesta en la economía. La escasez de combustibles, la pérdida de valor de su moneda en el mercado paralelo de divisas, una inflación interanual de 25%, con una deuda pública cercana a 90% del PIB integran la larga lista de preocupaciones.


De acuerdo a las encuestas, ninguno de los ocho candidatos que pelean por la presidencia supera 22% en intención de voto, según proyecta el último sondeo del medio Unitel realizado por la empresa Ipsos-Ciesmori.


El empresario liberal Samuel Doria Medina lidera el sondeo con 21%, seguido del expresidente conservador Jorge "Tuto" Quiroga (2001-2002), que cuenta con 20% en intención de voto. El resto de las opciones aparecen con menos de 10%.


El empresario Samuel Doria Medina, lidera la intención de voto en Bolvia.
El empresario Samuel Doria Medina, lidera la intención de voto en Bolvia.

El único candidato de izquierda con posibilidades de rozar una segunda vuelta, Andrónico Rodríguez, aparece relegado al quinto lugar en las encuestas con 5,5%. Mientras que el expresidente Evo Morales (2006-2019) hace campaña por el voto nulo. Rodríguez, de 36 años, actual presidente del Senado, se presenta por Alianza Popular.


De confirmarse esta tendencia, las elecciones marcarían un quiebre en la dinámica política de los últimos 20 años en el país, en las que el partido ganador aseguraba su victoria con una amplia mayoría en primera vuelta.


Para la consultora Luciana Jáuregui, el país atraviesa una crisis de representación que la vemos en opciones electorales que compiten con "siglas vacías, sin estructura territorial y sin propuestas programáticas sólidas".


De acuerdo a los analistas, consultores y encuestadoras, el resultado de la elección no lo conoceremos este domingo. Esta podría ser la primera vez que Bolivia defina la votación en segunda vuelta.


En los últimos 20 años, el Movimiento al Socialismo (MAS) se afianzó como partido predominante con resultados por encima de 50% en primera ronda, con la excepción del problemático y cuestionado proceso electoral de 2019.


En aquel año, el escenario de balotaje parecía un hecho. Los primeros datos del sistema de transmisión de resultados preliminares mostraron, con 83% de las actas computadas, una distancia de menos de 10 puntos entre Evo Morales y el segundo candidato más votado, Carlos Mesa.


Sin embargo, aquella noche la publicación de los resultados se detuvo y cuando la transmisión se reanudó, el Tribunal Supremo Electoral informó que la brecha de Morales con Mesa era de 10,56%, medio punto sobre la distancia del 10% que le permitía evitar la segunda vuelta.


Esta situación terminó con la explosión de protestas en las calles, la denuncia de "fraude escandaloso" por parte de Mesa y la posterior renuncia y salida del país de Evo Morales.


Antes de la sanción de la Constitución de 2009, Bolivia no contaba con la instancia de balotaje. En aquel momento, si ningún candidato alcanzaba una mayoría en primera vuelta, el Congreso decidía al ganador entre los dos candidatos más votados.


Tres razones para una posible segunda vuelta


1. Incertidumbre por la economía


Los bolivianos dedican gran parte de su día a chequear los precios de los alimentos, a revisar los grupos de WhatsApp de las estaciones de servicio para saber cuándo llegará el combustible y a encontrar las maneras de estirar al máximo su dinero.


"La crisis económica produce molestia e incertidumbre en el votante. El malestar social sin dudas impactará en el comportamiento electoral de la gente", explica José Luis Exeni, expresidente de la Corte Nacional Electoral de Bolivia.


De acuerdo al último estudio Delphi, publicado por la Fundación Friedrich Ebert, más de la mitad de los votantes consultados sienten un alto nivel de incertidumbre sobre lo que pueda llegar a pasar en el país en los próximos seis meses.


De todos modos, los analistas destacan que la población mantiene las expectativas en las elecciones como modo de resolución del conflicto. Esto a pesar de la profunda debilidad de las candidaturas, que apenas superan 20% en intención de voto.


2. Fractura del MAS


Por primera vez en 20 años, el Movimiento al Socialismo llega dividido a una elección.

"Si el MAS va por separado, pierde", le dijo a BBC Mundo a mediados del año pasado el exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, quien se mantuvo en silencio durante esta campaña.


De un lado, el presidente Luis Arce decidió retirar su candidatura en mayo pasado debido a su marcada imagen negativa, que lo ubica como el líder peor valorado de América Latina, según la consultora de opinión pública CB Consultora.


Arce respalda a su exministro de Gobierno Eduardo del Castillo, el único que se presenta con la sigla del MAS–IPSP, que de acuerdo a las encuestas no supera 1.5% en intención de voto.


Por otro lado, Evo Morales, fue inhabilitado por la justicia para postularse a un cuarto mandato. Esta es la primera vez que no es candidato y no respalda a ninguna de las opciones políticas, algo que sí hizo con Luis Arce en 2020.


El Tribunal Constitucional confirmó en mayo pasado que una persona solo puede ser presidente durante dos períodos, sean continuos o discontinuos. En respuesta, Morales denunció la "proscripción" e impulsó una campaña por el voto nulo.


Para los analistas, el voto nulo es el modo que encontró Morales para entrar en la papeleta, deslegitimar el proceso electoral y terminar con la candidatura de Andrónico Rodríguez, que depende en gran parte del histórico voto masista.


3. Oposición dividida


El 18 de diciembre pasado, los expresidentes Carlos Mesa y Jorge "Tuto" Quiroga se reunieron con Samuel Doria Medina y un representante del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho —detenido desde 2022—, para acordar la unidad y definir un candidato único.


En aquel momento, Mesa (2003-2005) sostuvo en nombre de todos los allí reunidos que la oposición debía estar dispuesta a renunciar a las aspiraciones políticas personales a favor del bien mayor. Pero el respaldo a la unidad duró poco.


Después de que se diera a conocer un estudio de opinión que favorecía a Doria Medina como el favorito para representar la candidatura del bloque, Tuto Quiroga anunció que participaría por separado.


El acuerdo se terminó por romper cuando Mesa informó que no se postularía como candidato y se retiraría de la elección. Una decisión tomada en solitario que, según pudo confirmar BBC Mundo, sorprendió hasta a los propios líderes de su espacio político, Comunidad Ciudadana.


De este modo, la oposición llega a esta elección dividida en al menos dos partes. Por primera vez en 20 años la izquierda no tendría la victoria asegurada. y los dos candidatos líderes muestran una postura pro mercado, con apertura hacia organismos multilaterales y con disposición a abodar los problemas macroeconómicos en un país donde la deuda pública boliviana está cercana a 90% del PIB.


Amanecerá y veremos.


Con información de elnacional.com




Comentários


21

¡Gracias por suscribirte!

Suscríbete a nuestro boletín gratuito de noticias

Únete a nuestras redes y comparte la información

  • X
  • White Facebook Icon
  • LinkedIn

© 2022 Informe21

bottom of page