Amigos y vecinos: cuando la crisis de los 40 te convierte en ladrón
- Juan E. Fernández, Juanette
- 2 jul
- 3 Min. de lectura

¿Qué harías si de un día para el otro te quedas sin trabajo, sin esposa y con todas las cuentas en rojo? Si eres Andrew "Coop" Cooper, protagonista de Amigos y vecinos (que puedes ver ya por Apple TV+), la respuesta es simple: robas a tus vecinos millonarios.
Y acá es donde empieza lo divertido. Porque Coop no es exactamente el cerebro criminal del siglo. Es más bien como ese conocido tuyo que se cree muy vivo, pero siempre termina metiéndose en problemas. Jon Hamm lo interpreta con esa mezcla perfecta de encanto y desesperación que lo caracteriza, solo que esta vez, en lugar de vender publicidad, se dedica a robar relojes Rolex.
La historia arranca cuando a este ejecutivo exitoso se le desmorona la vida: encuentra a su mujer en la cama con otro, lo despiden del trabajo por un lío amoroso, y se queda sin dinero, pero con todos los gastos de su vida lujosa. Una mansión gigante en las afueras de Nueva York, colegios caros para los hijos, el auto último modelo... todo eso sigue ahí esperando que alguien lo pague.
Amigos y vecinos es una de esas comedias dramáticas que están muy bien hechas. El creador Jonathan Tropper sabe exactamente qué botones tocar. Te ries de las situaciones
ridículas de Coop tratando de ser un ladrón sigiloso, pero también entiendes por qué hace lo que hace. No es que sea un Robin Hood moderno, pero tampoco es un psicópata. Es un tipo común y corriente que se quedó sin opciones.
Lo genial es que no te da lástima que robe a estos vecinos. Los millonarios de Westmont Village son tan detestables que prácticamente te encuentras haciendo fuerza para que Coop se escape con el botín. Son de esos tipos que tratan mal al personal doméstico, que son crueles por deporte y que probablemente no saben cuánto cuesta un kilo de pan. Ver cómo Coop aprovecha la información privilegiada que tiene sobre cuándo cada familia se va de vacaciones para meterse en sus casas tiene algo de justicia poética.
Amanda Peet hace de la ex esposa que ahora vive con el tipo con el que le metió los cuernos (un ex basquetbolista de la NBA que es tan insoportable como te imaginas), y Olivia Munn interpreta a la amante con la que Coop tiene una relación complicada. Pero la serie se sostiene completamente en Jon Hamm, que después de años vagando por películas y series donde no terminaba de encajar, encontró su lugar otra vez.
El personaje le queda como anillo al dedo: puede usar todo ese carisma peligroso que lo hizo famoso, pero con un giro. Ahora es un tipo que perdió todo y está improvisando sobre la marcha, descubriendo mundos que no conocía tanto del lado delictivo como de las vidas privadas de sus compañeros de urbanización.
Amigos y vecinos no va a revolucionar el género - la fórmula del "tipo de clase media que se mete en problemas" ya la conocemos. Pero está tan bien ejecutada y Hamm está tan cómodo en el rol que da gusto verla. Es como encontrarte con un viejo amigo que sabes que te va a contar historias increíbles, aunque sepas que probablemente termine mal.
La serie usa la voz en off de Coop para que vayamos entendiendo cómo procesa todo lo que vive, cómo analiza ese mundo millonario que creía que era su lugar en el mundo y que ahora ve como algo completamente hueco. Y esa narración interna le da una capa extra de humor y de humanidad al personaje.
Si te gusta el morbo de ver cómo vive (y se comporta) la gente con mucha plata, y si extrañabas ver a Jon Hamm siendo encantador y problemático a la vez, esta es tu serie.
Además, ver a un tipo elegante tratando de ser sigiloso mientras roba casas de millonarios y al mismo tiempo tiene ataques de pánico, es puro entretenimiento de calidad.
Every life you live in bitlife is unique. Because the game uses a mix of random events and your choices, no two playthroughs are the same.