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Un caso de sanación y resiliencia

Actualizado: 20 dic 2024

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"Cuando tenĆ­a 41 aƱos, ejercĆ­a una responsabilidad de Estado donde corrĆ­a riesgos importantes por el peligro que implica el combate a la mafia, al crimen organizado y al narcotrĆ”fico. Luego de 15 aƱos en estas condiciones estresantes, fui diagnosticado con cĆ”ncer en un examen general anual, con un hipernefroma en mi riñón izquierdo. Fui operado y se me extrajo el riñón, la glĆ”ndula suprarrenal izquierda y parte del peritoneo, ademĆ”s de dos costillas para hacer el procedimiento por la espalda, segĆŗn me explicó el cirujano que me operó. Poco tiempo despuĆ©s del procedimiento, me trasladĆ© a Ottawa, CanadĆ”, como embajador de mi paĆ­s, donde vivĆ­ junto a mi familia por dos aƱos. Una de las cosas que hice al llegar fue verme con un mĆ©dico que le hiciera seguimiento a mi dolencia. En la primera consulta en 1991, lo primero que me preguntó el doctor fue: ā€˜ĀæQuĆ© hace usted?’. Y la segunda: ā€˜ĀæQuĆ© come usted?’. Le respondĆ­ a ambas. Entonces, me analizó las probabilidades de metĆ”stasis y los porcentajes de supervivencia, e inmediatamente afirmó: ā€˜Su trabajo y lo que come le produjeron el cĆ”ncer. Si se quiere curar y sobrevivir y no tener metĆ”stasis, tiene que cambiar de empleo y su menĆŗ. Somos lo que comemos y lo que hacemos’, me dijo. Solamente le agreguĆ©: lo tercero, doctor, es que creo absolutamente que lograrĆ© superarlo, y asintió. AsĆ­, —para dejar de ser quien era— renunciĆ© a mi carrera polĆ­tica y diplomĆ”tica, y retornĆ© al ejercicio de la psicologĆ­a y del periodismo.

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Somos lo que comemos

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Igualmente, asumĆ­ la dieta del doctor canadiense sin proteĆ­nas rojas, y rica en vegetales, verduras, aves y pescados. Entre sus recomendaciones, me prescribió exĆ”menes preventivos cada seis meses durante los siguientes 5 aƱos y luego serĆ­a un examen anual. Me recetó una serie de vitaminas y minerales y algo que no se hablaba en el siglo pasado como son los antioxidantes. Ya llevo siguiendo esta indicación 33 aƱos. Tuve, 23 aƱos despuĆ©s, un segundo incidente, tambiĆ©n detectado a tiempo y curado, y en 2018 el tercero, el cual fue atendido, y al abrir el 2024 cumple 5 aƱos sin nueva aparición. Pienso que las claves de haber dejado atrĆ”s tres veces estas incidencias han sido detectar a tiempo las enfermedades, los exĆ”menes preventivos, y lo que para mĆ­ es lo mĆ”s importante: contar con la permanente compaƱƭa de la Divina Providencia y de mis seres queridos. En estas mĆ”s de tres dĆ©cadas, mis hijos —todos varones— se casaron, y conocĆ­ a las 4 nuevas hijas adoptivas que ellos trajeron a la familia, y a los ocho nietos que llegaron. TodavĆ­a aspiro a conocer a los bisnietos.

En cuanto a la alimentación, este acto trasciende el simple hecho de consumir; es una declaración de intenciones hacia nuestro cuerpo. Al elegir alimentos nutritivos y balanceados, estamos manifestando respeto y amor hacia nosotros mismos, recordando que cada alimento ingerido tiene un impacto en nuestra salud y energĆ­a. Una dieta como la prescrita por los mĆ©dicos o nutricionistas tiene como objetivo promover una buena salud y fortalecer el sistema inmunológico, reduciendo al mismo tiempo el riesgo de desarrollar enfermedadesā€. Ā Testimonio de Vladimir Gessen en el libro ā€œMaestrĆ­a de la Felicidadā€, (Gessen y Gessen, 2024)


La dieta ā€œProvidaā€ de los Gessen


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Entre los alimentos que sugerimos para una dieta sanadora y que fortalezca el sistema inmunológico, que exceptúa las proteínas rojas pero que contiene aves, pescados, vegetales y verduras, pueden ser los siguientes:

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1. Aves y pescados: pollo y pavo, preferiblemente de corral u orgÔnico, entre otras aves. Los pescados seleccionados son el salmón, la sardina, la caballa y el arenque, todos ricos en omega 3. También mencionamos el bacalao, el hÔlibut, el lenguado, el pargo y la trucha. En menor grado el atún y el pargo.

2. Vegetales y verduras: todas las crucíferas: brócoli, coliflor, col de Bruselas y col rizada. Por otro lado ajo, cebolla, puerro y cebollín. Igualmente, espinaca, acelga y mostaza verde. Pimientos, zanahorias, remolachas, calabacines y champiñones.

3. Legumbres y granos: lentejas, garbanzos, frijoles negros y frijoles blancos. Quinoa, cebada, avena y arroz integral.

4. Frutas: bayas (fresas, moras, arƔndanos, frambuesas). Cƭtricos (naranjas, limones, pomelos o melones). Manzanas, peras, uvas, kiwis, plƔtanos y lechosa.

5. Semillas: almendras, nueces, pistacho, manĆ­, semillas de chĆ­a, semillas de lino, semillas de calabaza y semillas de girasol.

6. Aceites: saludables como el aceite de oliva extra virgen, y aceite de aguacate.

7. Hierbas y especias: cúrcuma, jengibre, albahaca, romero, cilantro, tomillo, menta, manzanilla, moringa y mÔs. Bajo consumo de sal si no puede suspenderla.

8. LƔcteos y sustitutos: yogur natural (preferiblemente bajo en grasa). Leches vegetales como la de almendra, soya o avena.

 9. Bebidas: té verde, té blanco, té negro y te de manzanilla. Agua, agua de coco y jugos naturales sin azúcar añadido. AdemÔs se debe eliminar o minimizar la ingesta de azúcares y sales ya que consumirlas en exceso es definitivamente perjudicial para la salud. Una taza de café preferiblemente en la mañana.

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Por otra parte, es bueno optar por métodos de cocción saludables como cocinar al vapor, hervir o asar, porque conservan la mayoría de los nutrientes en los alimentos. Evitar los alimentos procesados y aquellos con conservantes, colorantes y otros aditivos químicos.

Debemos estar conscientes de que la dieta es solo una parte de un enfoque integral para la prevención de enfermedades. Es fundamental combinar una alimentación adecuada con otras prĆ”cticas saludables, como el ejercicio regular, evitar el tabaquismo y —al menos— reducir el consumo de alcohol. AdemĆ”s, siempre es una buena idea consultar con un mĆ©dico o nutricionista antes de hacer cambios significativos en tu dieta.

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El estrƩs: mƔs allƔ de la mente

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El estrĆ©s no solo ataca nuestra paz mental, sino que tiene repercusiones tangibles en el cuerpo. Neurotransmisores como la adrenalina y los adrenocorticoides, liberados en exceso ante situaciones estresantes, pueden comprometer el sistema inmunológico. Por ello, radica la importancia de adoptar prĆ”cticas y rutinas que modulen nuestra respuesta al estrĆ©s, garantizando un sistema inmunológico robusto y un cuerpo resiliente. Lo trataremos próximamente… MĆ”s información en nuestro libro MaestrĆ­a de la Felicidad

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