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Serie del Caribe, represión, secretismo y corrupción


Serie del Caribe, represión, secretismo y corrupción. Foto: Pixabay

Para las 10:30 a.m. de hoy, jueves 2 de febrero, está prevista la voz de “¡Play Ball!” en el “Estadio Jorge García Carneiro”, edulcorado, después, con la denominación de, “Fórum de La Guaira”, porque para un verdadero deportista, es un trago demasiado grueso asistir a un parque de pelota, que lleve el nombre de un prócer roboLucionario. Igual, cadáver que no cadáver.


Sea como sea, cuando usted lea la presente crónica ya estará inaugurada o a punto de inaugurarse, la “Serie del Caribe 2023” en su nuevo formato, porque al torneo de este año, asiste, por primera vez, la novena de Curazao, mientras que la de Cuba se reincorpora después de décadas de ausencia a causa de los estragos de una narcotiranía, tan nefanda como la de Venezuela.


En cualquier caso: ¡Qué viva el béisbol y la sana disciplina del músculo!


Lamentable que, cuando todos dábamos por sentado que se abriría un paréntesis de unión y confraternidad, el generalote que llena plaza como Ministro de Relaciones Interiores, Justicia (¿?) y Paz (¿?), anunció el despliegue de, cinco mil efectivos, con la amenaza, nada velada, de reprimir cualquier protesta ciudadana durante los díez días del torneo.


¿Será que si algún fanático, desde los bleachers o desde un palco de terreno, vocifera “¡Ese umpire ‘ta vendido!” porque cantó bola baja, lo que era un strike por el medio del plato, uno o varios, de esos cinco mil esbirros, se lo va a llevar preso para que en el Sebín lo torturen y le violen sus derechos humanos como ocurre con “normalidad” con el resto de los venezolanos?


La rechifla de cualquier asistente a un parque de pelota, porque algún jugador no se desempeñe como debe, es tan legítima, como la del parroquiano que se lanza a la calle -con o sin Serie del Caribe- porque el (des) gobierno más incompetente y corrupto de la Historia de la Humanidad lo tiene sumido en la miseria.


Un “champion” robador de bases, es un “champion” ladrón. Eso hay que decirlo claro y “raspao”. Es el mismo caso del campeonato que ostenta la pandilla de cleptogobernantes, según el “Índice de Percepción de Corrupción 2023. No es ningún delito, otorgale a cada cual su título correspondiente.


¿Quieren utilizar una serie de béisbol para promocionar el supuesto resurgir económico que no existe sino en la propaganda gobiernera?


Los sufridos ciudadanos, tenemos, por igual, el derecho a desenmascarar por muy amantes que seamos de la “pelota caribe”, el despilfarro cuyo verdadero monto, ha sido falseado por la palabrería oficialista, siempre mendaz. El deporte es valentía, pero es también, verdad y libertad.


Lo único positivo que hay que resaltar de todo lo anterior, es que el inicialmente llamado “Estadio Hugo Chávez”, sito en “La Rinconada”, Caracas, fue rebautizado como “Metropolitano de Béisbol Simón Bolívar”. Así de generalizada, fue la repulsa que provocó el cambio.


No hay parque de béisbol, en el Mundo, con capacidad de 40 mil espectadores a un costo de US $70 millones. Pero en un país, donde los hospitales han perecido de mengua y el salario básico es de seis dólares mensuales, había que ocultar el derroche de varios centenares de millones en una edificación deportiva que Caracas, no necesitaba, ni necesita, porque a excepción de una que otra gran final, casi todos los partidos que se han protagonizado en el viejo y noble Universitario con apenas 20 mil butacas, tienen 22 años celebrándose, a media capacidad por no decir, semivacíos.

El “Global Field”, de Arlington, Texas, concluido hace dos años, costó US $ 1.100 millardos; el Truist Park, de Atlanta, Georgia, entregado hace cinco años montó a US $662 millones; el Loan Park, Miami, Florida, terminado hace diez años, a US $634 millones; el Fukuoka PayPay Dome, de Chūō-ku, Fukuoka, Japón, inaugurado hace 25 años, costó, US $587 millones; el Daegu Samsung Lions Park, de Corea del Sur (2016), US $138.000.000; el Jamsil Baseball Stadium, Hanja, también de Corea del Sur (1982) US $ 131.000.000,00. A excepción de los dos últimos con aforo de apenas 25 mil butacas, todos los demás cuentan con capacidad para 40.000 asistentes.


Visto lo anterior ¿Quién se traga el cuento chino, que el tercer gobierno más corrupto de la Tierra, que es el mismo más inepto, botarate, indolente, desaprensivo, habido y por haber, construye estadios de pelota 90% más económicos que los países del Primer Mundo?


Señor ministro del Interior, en lugar de amenazar, en sus bravatas con sus cinco mil matones, responda ¿Cuánto dilapidó, en realidad, el desgobierno del cual usted forma parte, en los estadios de béisbol de “La Rinconada” y “García Carneiro”, de La Guaira, pero sobre todo, cuánto hubo pa’ eso?


En la oscuridad opera el crimen. Pese al secretismo, la opacidad, pese a la certeza de este nuevo saqueo en perjuicio de nuestra Tesorería Pública, para finalizar: ¡Arriba Venezuela! ¡Próximo campeón del Caribe 2023!


Omar Estacio Z.

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