El chavismo no da puntada sin dedal. Mientras permite que ingenuos se enamoren de la teoría de las primarías, anhelando depare un candidato opositor legítimo, al momento de comenzar a actuar, el régimen inhabilitará a las principales figuras opositoras, favorecerá a otras, censurará algunas, creará nuevos candidatos, organizaciones, financiará a otros, entre tantas estratagemas más que le permite su control absolutista de las instituciones y recursos del Estado, se asegurará, por primarias o consenso, que el elegido sea su cómplice… ¡No lo duden!
Lo otro que ocurre en las narices de una autocalificada oposición, es que se dejó entrever la posibilidad de una reforma o enmienda que tratará de constitucionalizar el Estado Comunal o, mejor dicho, el modelo cubano. El chavismo sabe que no puede recurrir a un proceso electoral limpio porque perdería todo lo que estaría en disputa, opinamos que atendiendo a su modus operandi en la “constituyente”, se inventará un mecanismo que burle la voluntad de los venezolanos, el voto.
El Estado Comunal no es nuevo, está entre nosotros desde 2007, justo cuando los venezolanos en el intento de reforma de 2007 lo rechazamos, pero pasaron solo unas semanas y el expresidente Hugo Chávez lo impuso vía leyes habilitantes. Hoy pagamos las consecuencias de ese modelo cavernario, retrograda, oscurantista.
El Estado Comunal ha significado eso y mucho peor. El “poder popular” no ha sido más que el centralismo ultroso, la destrucción de la descentralización, el culto a la idolatría, la imposición del absolutismo en el país, prácticamente, el país depende de un puñado de hombre en Caracas.
La “democracia protagónica” terminó siendo la partidización de la sociedad, el Psuv permeó todas esas nuevas estructuras (cubanas) y es el epicentro del adoctrinamiento, amedrentamiento. La participación ciudadana se ideologizó y solo deciden quienes estén ligados al partido de gobierno, dependiendo de su “escalafón”.
Los “consejos comunales y comunas” han resultado la esclavitud ciudadana, han secuestrado las decisiones de las comunidades, no se discuten ni se decide en torno a los problemas que padecen las urbanizaciones, los barrios ¡No!, sino lo que es importante para el partido. También ha significado la mercantilización de la participación ciudadana, la corrupción generada a través de estos mecanismos también ha sido faraónica, es como una forma de pago a quienes le hacen el trabajo al régimen desde abajo… perdonen nuestra franqueza.
El Estado Comunal, totalmente ajeno a nuestra carta magna, a los fines de nuestros libertadores, a nuestra venezolanidad, es la cubanización definitiva de Venezuela, es crear un Estado sumergido en el oscurantismo, donde una élite político partidista es todopoderosa a merced de las necesidades de la población, necesidades que ellos mismos crean para debilitarla y oprimirla… la única referencia histórica aplicable a nuestra nación es la cubana, es una copia al carbón.
Mientras, la oposición inútil o cómplice, no advierte nada, ni siquiera hace la más mínima referencia a todo esto, se encuentra embelesada con las cuotas de poder y recursos de campaña de otro proceso electoral tan absurdo como inconstitucional e ilegítimo.
No es posible, espero sepa hacerme comprender, que mientras los venezolanos afrontamos la inflación más grave del mundo, el peor éxodo del planeta, la corrupción más grande desde la segunda guerra mundial, la descalidad de vida más acelerada del globo terráqueo, crímenes de lesa humanidad, ruptura del hilo constitucional y democrático, entre otras parvedades, los autocalificados líderes opositores callan y secundan la agenda del régimen.
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