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¿Por qué Capriles defiende las misiones?

Actualizado: 23 ago 2022

8 May 2012


Por una sola razón, quiere ganar las elecciones. La oposición a lo largo de los procesos electorales ha mantenido alrededor de un 40 % del electorado. Solamente en las elecciones de la Asamblea obtuvo un poco más que el 50 % de los sufragios. Esto se debió a que los candidatos de la Unidad arrastraron más votos que los del PSUV porque en el oficialismo destacarse como dirigente –aunque sea regional- es peligroso: Atenta contra el culto a la personalidad del único líder. Mientras que en la Unidad es todo lo contrario, los líderes compiten por quien tiene más seguidores, y ese es quien encabeza el movimiento opositor.

Si Capriles, quiere ganarle a Chávez debe ir más allá del 40 % histórico de la oposición. Para ganar la presidencia requiere quitarle al comandante por lo menos 20 puntos. Así, su campaña se enfoca en este segmento del electorado. Su comando sabe que el 40 % de los votos contrarios a Chávez están asegurados. Estos electores nunca votarán por el presidente. Es más, votarán en contra de él, no importa quien fuera el candidato opositor al gobierno.

Chávez mantiene un voto duro que llega del 30 % al 35 % del electorado. Solamente entre los remunerados directa e indirectamente por las misiones, más los pensionados, le garantizan casi 5 millones de votantes… A menos que quienes disfruten de estos beneficios sean convencidos por Capriles que ellos no perderán nada si el gana la presidencia. Por eso, propone la ley de las misiones y les garantiza que no suspenderá las mismas. Esta campaña ha tomado cuerpo y el oficialismo trata –sin lograrlo- de explicar que el candidato opositor suspenderá las misiones. De esta forma Capriles ha levantado la primera pata de su taburete vencedor.

Chávez también cuenta con los millones de empleados públicos. El funcionario de estado normalmente cuando vota lo hace por su gobierno porque teme que si gana el opositor, cuando tome posesión, lo despidan y quede desempleado. En realidad vota por su empleo. Pues bien, el segundo mensaje de Capriles es ese: No habrá despidos si gana la presidencia. Este mensaje poco a poco va calando. Si lo logra proyectar en toda su dimensión, la segunda pata del taburete estará construida.

El tercer mensaje está implícito en su campaña. Capriles es el joven y el futuro. El comandante es el pasado y no está en las mejores condiciones para gobernar. Si se quiere seguir trabajando con las misiones y mantener el régimen de pensiones en Venezuela, y Chávez no lo pudiera hacer por su enfermedad, quien puede garantizarles a los venezolanos esto, es Capriles. Así de simple. Esta es la tercera pata del taburete.

Durante los próximos meses Capriles seguirá en este mensaje. Buscará que una buena parte del voto oficialista lo siga siendo, pero con él en el Miraflores. Al fin y al cabo si gana las elecciones será el jefe del nuevo oficialismo.

Los opositores duros no se angustien por las formas del candidato y por sus mensajes, así como por la falta de confrontación con el chavismo. No sería conveniente si se quieren cimentar las patas del taburete estratégico de su campaña. Solamente, en las últimas semanas de la campaña, Capriles establecerá la cuarta pata que consolida la victoria, que es la dirigida a los opositores, a los duros de la Unidad, al voto antichavista.

Solo así puede superar el 50 % de los votos con suficiente porcentaje que garantice el triunfo electoral.









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