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La historia vuelve a repetirse


Son muchas las interrogantes que rodean la candidatura de la profesora Yori. Imagen: qimono, Pixabay

Seguramente, quienes observan de primera mano el nombre del presente artículo de opinión, traen al presente la melodía de aquel famoso bolero cuyo nombre real es Por la Vuelta”, cuyo autor es el poeta, compositor y escritor argentino Enrique Domingo Cadícamo, la cual fue inmortalizada por el gran Felipe Pirela.


Pero no se trata de eso, el asunto es más complejo, más aun en la Venezuela política de este momento, con las alarmas encendidas desde hace varios días o semanas para ser precisos, finalmente luego de reuniones para aceptar la imposibilidad de una postulación ante el Consejo Nacional Electoral, la precandidata de la Plataforma Unitaria cuya inhabilitación política con razón o sin razón se mantiene, finalmente despejo la incógnita respecto a quien finalmente seria el sustituto o sustituta para asumir las riendas de una candidatura presidencial, nada más y nada menos.


Es así como el día 22 de los corrientes es decir casi en la raya para acudir al CNE, fue dado el anuncio en rueda de prensa, en la cual la ganadora de las primaria de la oposición en nuestro país, María Corina Machado, anunció a Corina Yoris como su sustituta en la

candidatura presidencial, debido a que ella está inhabilitada como venimos señalando varios analistas desde hace meses.


Ahora bien el asunto no es solamente designar a quien se piense puede enfrentar al Chavismo, conociendo todos los artilugios y marramucias que ellos manejan y utilizan prácticamente para todo, la cosa va mas allá, es muy cierto que la profesora Yoris es muy

respetada y muy preparada si lugar a dudas, es licenciada en Letras y licenciada en Filosofía por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), además es Doctora en Historia egresada igualmente de la UCAB, tiene también una maestría en Lógica y Filosofía de la Ciencia

en la Universidad de Salamanca (España).


De igual modo ha sido directora del postgrado en Filosofía y directora del Área de Humanidades y Educación en el postgrado de su alma mater entre 2007 y 2011, ha sido columnista de El Nacional y ha sido profesora titular de la Universidad Metropolitana (Unimet). Adicionalmente, ha desempeñado varios cargos en instituciones nacionales e internacionales como: presidenta de la Sociedad Venezolana de Filosofía, presidenta de la Sociedad Venezolana de Lógica, miembro de la Academia Mexicana de Lógica, vocal de la

Sociedad Interamericana de Filosofía, miembro de la International Étienne Gilson Society y vicepresidenta para América del Sur de la Red Iberoamericana de Filosofía. 


Con ese currículum definitivamente es una persona sumamente preparada, ¿pero será suficiente para afrontar lo que comporta una candidatura presidencial políticamente hablando?.


Aquí no se trata de atacar a nadie, de lo que se trata es de ser realistas con lo que sucede. En este momento el Consejo Nacional Electoral mantiene un bloqueo a los efectos de no permitir la postulación de la Plataforma Unitaria y eso ya da mucho que pensar. Por otra

parte, la señora Machado ya ha anunciado que hará campaña conjunta con la profesora Yoris, cosa que se entiende pero que tal vez muchos no compartan, en el sentido de que el elector no mire con buenos ojos a una Corina que maneje a la otra, aunque esta última este muy capacitada.


Volviendo al título de nuestro artículo, no hay que olvidar lo sucedido en 1998. La elección que dio inicio al desastre actual, cuando a una semana de los comicios el claro favorito era el ex líder golpista Hugo Chávez, quien aventajaba por 12 puntos en las encuestas al independiente socialcristiano Henrique Salas Romer.


Hay que recordar que en una histórica decisión, tras una tormentosa reunión hasta altas horas de la noche y en vista de que la candidatura de AD no generaba la confianza esperada en el electorado, el Comité Directivo Nacional (CDN) decidió revocar la candidatura del

septuagenario “caudillo” Luis Alfaro Ucero, aspiración que meses antes había sido refrendada “por consenso” por ese mismo órgano partidista, sin recurrir a las elecciones internas.


La decisión del CDN de AD giro rápidamente y sin tiempo a revocar a Alfaro Ucero como candidato y respaldar a Salas Romer, para tratar de frenar a Chávez, cuyo eventual gobierno calificaron en aquel momento de “dictadura” por su pasado de militar golpista, no se

equivocaron.


La aprobación a la carrera de un Cronograma Electoral 2024 y el incumplimiento de sus fases delatan la intención del régimen y lejos de buscar una salida que sea exitosa, parece que la oposición cae siempre en sus trampas, hay que actuar diferente para obtener

resultados diferentes igualmente.


Esperemos como muchos que de algo sirva la tardía selección de la candidata sustituta, que de concretarse logre despegar e incentivar la intención del voto opositor y que no se den cuenta ya con el agua al cuello, que se pudo seleccionar a alguien con mayor peso político,

conocido en el país y con solvencia para representar y oponerse al monstro que nos asecha y destruye desde aquel fatídico 1998 o si por el contrario, la historia volverá a repetirse, así de simple y sencillo.


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