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Gustavo Cerati, un artista sin fisuras


Cerati era un gran cantante, un enorme guitarrista y compositor. Foto: Archivo AJM

De uno de los músicos que más ha influido en el rock latinoamericano, el argentino Gustavo Cerati, se están cumpliendo hoy, 4 de septiembre, nueve años de su fallecimiento, una ocasión más que propicia para recordar su legado.


Nació en Buenos Aires el 11 de agosto de 1959 y desde niño había demostrado interés por la música. Ya en esa época llegó a dirigir el coro de su colegio, el Instituto San Roque de la capital argentina. Fue en 1982 cuando conoció e hizo amistad con Zeta Bosio, en Punta del Este, Uruguay, donde ambos coincidieron cuando fueron a tocar con sus respectivos grupos. Pronto se les uniría Charly Alberti, para formar lo que en un principio se llamó Los Estereotipos y luego Soda Stereo, una de las referencias más celebradas del rock latinoamericano.


Estuvieron juntos en Soda Stereo desde 1982 hasta 1997, aunque el trío regresó con una gira de reencuentro en 2007. Se hicieron famosos con temas como “Te hacen falta vitaminas”, “Cuando pase el temblor”, “En la ciudad de la furia”, “De música igera”, “Primavera 0”, “Ella usó mi cabeza como un revólver” y “Persiana americana”, entre muchos otros.


Cerati escribía en 1997 una carta en el diario argentino Clarín para explicar la disolución del grupo: “Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de ideas que muy pocos consiguen mantener por 15 años, como nosotros orgullosamente hicimos. Pero, últimamente, diferentes desentendimientos personales y musicales comenzaron a comprometer ese equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no enfrentarnos, excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creíamos como lo hacíamos en el pasado”.


En 1997, Soda, como le dicen sus fans, se despidió con un concierto en el estadio del River Plate, en Buenos Aires.


Un ídolo en solitario


Tras la disolución de Soda Stereo, Cerati se convirtió en solista con mucho éxito. Cautivó con sus composiciones e innovaciones en el rock y el pop a seguidores de todo el continente. Trabajó con personajes Roger Waters y Andy Summers; coqueteó con obras sinfónicas, tuvo una breve incursión en la actuación, fue productor de Shakira y hasta lanzó su propia colección de ropa, por citar algunas.


Aunque lo más notable de todo fueron sus cinco álbumes en estudio y uno en vivo. Era un guitarrista excepcional. Sus solos resultaban estremecedores -como el de “Un millón de años luz”. Tuvo un estilo muy particular, que heredó de una de sus grandes influencias: el gran maestro Luis Alberto Spinetta. Sus letras, tanto en Soda Stereo como en su etapa en solitario, deleitaron por su riqueza.


Si hubo un hecho que lo marcó fue la muerte de su padre. La canción “Té para treses uno de los homenajes más brillantes a la figura paterna. La conexión que tuvo con su madre, Lilian Clark, resultó igualmente extraordinaria. Ella estuvo a su lado hasta su muerte. El tema “Zona de promesas” es un poema que explica, más allá de la vida misma, la relación madre e hijo.


El músico tuvo dos hijos: Benito, de 21 años, también dedicado a la música, y Lisa, de 18, fruto de su segundo matrimonio, en los 90, con la modelo chilena Cecilia Amenábar. Cerati se casó por primera vez en los 80 con la vestuarista Belén Edwards y al momento de sufrir el accidente cerebrovascular que lo llevó a la muerte llevaba cuatro meses con una nueva novia, la modelo Chloé Bello.


Era un gran cantante, un enorme guitarrista y compositor, un impecable frontman y un músico refinado. Después de Soda Stereo supo reinventarse y por ello sus canciones le sobrevivirán en el tiempo.


Una muerte anunciada


Eran cerca de las 9 de la mañana del 4 de septiembre de 2014 cuando el doctor Gustavo Barbalece, director de la clínica Alcla de Buenos Aires, anunció el fallecimiento, como consecuencia de un paro respiratorio, de Gustavo Cerati. La noticia fue un duro golpe para sus millones de seguidores en todo el mundo. Muchos sabían que esto podía ocurrir, pero jamás perdieron la fe de que se despertaría de ese trance de más de cuatro años.


Porque no fue fácil para sus familiares, amigos y fanáticos aceptar el hecho de que aquel 15 de mayo de 2010, luego de culminar en Caracas, en el campo de fútbol de la Universidad Simón Bolívar, su exitosa gira “Fuerza natural”, tuviera que ser internado por una descompensación, y que tres días más tarde se supiera que el ex líder de Soda Stereo había sufrido un accidente cerebrovascular y que nunca más podría levantarse de una cama. 


Cerati es de esos ídolos que nunca mueren, que dejan tras de sí una brillante estela con lo más relevante de su arte, con ese impacto tan contundente que generó y seguirá generando con su música.

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