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Encuestas, verdades y mentiras

Actualizado: 23 ago 2022

11 May 2012

La gran mayoría de las encuestas conocidas dan como ganador en las elecciones –si fueran hoy- al presidente Hugo Chávez por amplio margen. Una o dos empresas de investigación dan como triunfador a Capriles con pocos puntos sobre el comandante. Esto es lo que básicamente dicen las indagaciones. Algunas investigaciones las paga el gobierno, otras la oposición y las menos, ciertos sectores empresariales de lado y lado. De manera que –en principio- creo en ellas, más bien en la suma de todas ellas, porque me dan una tendencia, una pista de lo que está ocurriendo.

Otros datos fundamentales son –entre otros- que Capriles estaría ganando en las ciudades más pobladas y en los estados de mayor peso electoral. Zulia, Miranda y Carabobo solos, representan mayor porcentaje del electorado que los doce estados más pequeños. Capriles debe ganar, además de estos tres estados, en Lara, Táchira, Bolívar, Nueva Esparta, Anzoátegui y Monagas y estar cabeza a cabeza en otros estados importantes. Por otra parte, no podemos olvidar que la oposición sacó el 52 % de los votos populares en las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional.

No obstante, creo que si se hubiera realizado la consulta electoral, para las fechas en las cuales se hicieron los estudios, Chávez sería el nuevo presidente, fundamentalmente, porque muchos electores votarían por él por la tradicional solidaridad del venezolano. Pero, no fue así, la jornada electoral es el 7 de octubre, y todo puede pasar de aquí allá, dependiendo de la salud del presidente. En realidad, todo depende de la cura o del desarrollo de la enfermedad del candidato del oficialismo. Si la mayoría electoral percibe que Chávez se curó, es el mejor escenario para el comandante. Una buena parte de los venezolanos sentirían una especie de milagro en este hecho. Sería el hombre que venció la muerte.

Si la mayoría descubre que no es así y que el mandatario no se ha sanado, se le complicará la relección al mandatario. De la solidaridad y la admiración se pasaría a la incertidumbre, dado que el oficialismo no tendría como reaccionar a tiempo, al menos democráticamente.

Por último, si la enfermedad inhabilita al presidente, el oficialismo no estará en condiciones de presentar un contendiente que pueda ganarle a Henrique Capriles la presidencia, dada la ventaja que habría desarrollado el gobernador de Miranda ya en campaña desde hace varios

meses.









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