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El problema no es Capriles

Actualizado: 23 ago 2022

4 June 2012

Henrique está realizando una campaña admirable dentro de una estrategia comprensible y da su pelea en el escenario adecuado. La cuestión es que algunos –bastantes- de los dirigentes o personalidades de la oposición, no creen que Capriles pueda ganar. Se definen opositores pero le creen más a Hugo Chávez y a su perorata de invencible. Por el contrario, los neocomunistas del chavismo, “religiosamente” siguen a su líder a ciegas, y están absolutamente convencidos del triunfo de su comandante, hasta más que él mismo.

Así, cuando hablan dentro de su fanatismo, transmiten un mensaje convincente, fuerte, sin dudas, a pesar de toda la verdadera incertidumbre que representa su candidato, producto de la enfermedad que lo aqueja.

La mayoría de los pesuvistas sospechan, presienten, intuyen, vislumbran, y auguran que el comandante no tiene largo plazo, pero pregonan con absoluta seguridad que el comandante ganará las elecciones y gobernará hasta el 2030. Entonces, algunos dirigentes de la Unidad, los oyen y ¡les creen! Lo peor, es que hemos visto, en distintos programas de televisión, escuchado en radio, y leído en periódicos impresos o digitales, a los propios dirigentes de la oposición, expresar sus dudas acerca del triunfo de Capriles. Unos, dicen que Chávez está muy fuerte, otros, que gana en las encuestas y ¡citan los surveys del oficialismo! Incluso, un experto economista de la oposición decía que Capriles no podía ganar porque no tenía un plan económico de gobierno y porque Chávez tenía una alta penetración popular.

Lo cierto, es que se ha demostrado que Chávez, aun cuando ha estado en su mejor forma, si puede perder elecciones, como en el caso del referéndum de la constitución roja neocomunista que quiso imponer, y la población le dio un no rotundo al modelo cubano. O cuando la oposición logró el 52 % del electorado en las elecciones de la Asamblea Nacional. Hacemos notar que en ambos casos también las encuestas daban ganador al chavismo en aquellos momentos.

Lo seguro es que Capriles mantiene una campaña titánica y notable, con una estrategia adecuada en un contexto inequívoco, como es el de unir a Venezuela en torno al progreso, el futuro, la tolerancia y la libertad de todos los ciudadanos. Todo ello, encabezado por un joven valor venezolano, enérgico, incansable y que no tiene problemas para trabajar a tiempo completo y enfrentar los problemas del país y de la gente. Esta campaña se antepone al presente y pasado que representa la ineficacia, la desunión, la intolerancia y la falta de libertades que pregona un candidato gastado y, lamentablemente, con problemas para emplearse a fondo en las soluciones a las dificultades que atraviesan las comunidades y la nación.

El comandante y su Sala Situacional saben que ellos no pueden competir en el escenario de Capriles. Su misión es convencer a todos que Chávez es invencible y de esta forma desmoralizar a las fuerzas “enemigas”. Lo insólito es que esta campaña la compran algunas personalidades “opositoras” y comienzan a decir o a escribir lo mismo.

Yo no milito en ningún partido de oposición, sin embargo pienso y analizo que objetivamente Capriles puede ganar las elecciones. A la sazón, me pregunto por qué algunos connotados “opositores” expresan que no.









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