Para el castrismo venezolano la legitimidad es su criptonita verde, pero no solo la inherente a él (porque la carece) sino para el resto de la sociedad política, es decir, no le conviene por ningún motivo que se evidencia o cuantifique el apoyo ciudadano que poseen sus “enemigos” reales, todo debe ser a través de consensos, pactos, entre personeros cuestionados por propios y extraños, que alimenten el desasosiego y la desesperanza.
En lo particular, es nuestra opinión, la renuncia de Henrique Capriles a las primarias no obedece a una acción patriótica, de desprendimiento en pro del país ¿Por qué hoy y no cuando lanzó su candidatura? No olvidemos que él ha ayudado enormemente al régimen: entregó la victoria de las presidenciales 2013, detuvo las protestas en 2016 cuando el chavismo se encontraba más débil, secunda su discurso, etc. Sin lugar a duda, ha sido un pilar del régimen.
Así, estamos adheridos a la IDEA que Capriles, así como Rosales, los denominados popularmente “Alacranes”, G4+ y demás hierbas, han sido notificados de la suspensión de las primarias por parte de las instituciones psuvizadas, Capriles simplemente pica adelante en una estrategia fulera para aparentar “madurez política”, pero ya sabe que las primarias no van. Ese “gesto” le permite quedar artificialmente bien entre incautos, además, se plegó a Rosales.
La estrategia del castrismo venezolano es evitar las primarias, en todo caso, evitar que María Corina Machado se mida, en consecuencia, las permitiría sin ella o impulsará el “consenso” donde sus cómplices saldrían beneficiados ya que por vía del voto sus precandidatos jamás obtendrían un triunfo.
Sería una torpeza o un acto democrático inexplicable, que el chavismo permita que Machado
pueda formalizar, legitimar su apoyo dentro y fuera del país, siendo, prácticamente, la única líder realmente opositora que, además, es ajena a las marramucias de la falsa oposición.
Allí está el problema. El régimen no tiene cómo evitar, legalmente, que María Corina participe en las primarias, intenta convertir la inhabilitación de 12 meses, de 2015, en una de quince años, lo cual es aberrante, así como tampoco existe una sentencia definitivamente firme, notificación ni acto administrativo que dilucide la fulana inhabilitación de 15 años. Menos aún, la pueden vincular con un acto de corrupción.
El “efecto primaria” mantiene ocupada la sociedad política de la nación, siendo solo una figura política (Machado) quien ejerce su fuerza gravitatoria a la intención de voto. Es un peligro para régimen y falsa oposición porque es la única que realmente se opone, es la única con agenda propia, es la única con oportunidad, capaz de desmontar el oscurantismo que arropó al país desde la entrada del siglo XXI.
De este modo, avizoramos más irregularidades. Las primarias serán suspendidas o muy
condicionadas. Por ejemplo, implementarse sin inhabilitados y con CNE o, simplemente,
repetimos, se propulsará el consenso más repulsivo en la historia moderna del país.
Las presidenciales 2024 serán como las de 2018. Entre candidatos enanos, recibidores de cuotas de poder, favores legales, dádivas y recursos de campaña por parte del régimen. Todas las elecciones bajo el manto de las instituciones públicas psuvizadas se desprenderán de esta dantesca fórmula. Allí la importancia de una oposición real, allí la importancia de María Corina Machado hoy, va mucho más allá de lo “electoral”.