El presidente de los EEUU Joe Biden, firmó una orden ejecutiva el martes 14 de marzo con el objetivo de aumentar la cantidad de verificaciones de antecedentes para comprar armas, promover un mejor y más seguro almacenamiento de armas de fuego y garantizar que las agencias de aplicación de la ley de Estados Unidos aprovechen al máximo una ley bipartidista de control de armas promulgada el pasado verano.
El presidente demócrata planea ahondar en sus últimos esfuerzos para frenar la violencia armada durante un discurso desde Monterey Park, California. En enero, un hombre armado irrumpió en un salón de baile en esta comunidad cerca de Los Ángeles y disparó a 20 personas, matando a 11, luego de una celebración del Año Nuevo Lunar.
La retórica de Biden solo se ha vuelto más fuerte en torno a las armas: él llama a prohibir las llamadas armas de asalto de manera rutinaria en sus discursos, y los demócratas no impulsaron una plataforma
tan abierta contra las armas, ni siquiera durante la administración de Obama, cuando Biden era vicepresidente. Pero Biden se ha envalentonado por las elecciones intermedias después de que su charla habitual sobre el control de armas no resultara en pérdidas masivas, y se espera que continúe presionando por cambios fuertes a medida que avanza hacia una carrera de 2024, dicen sus asistentes.
Biden invitó a Brandon Tsay, el joven de 26 años que le quitó la pistola semiautomática al pistolero en Monterey Park, a su discurso sobre el Estado de la Unión y elogió el heroísmo del joven.
“Él salvó vidas. Es hora de que hagamos lo mismo también”, dijo Biden en su discurso ante el Congreso. “Prohibir las armas de asalto de una vez por todas”.
Pero su poder no puede ir más allá de la legislación bipartidista aprobada por el Congreso el verano pasado, el proyecto de ley sobre violencia armada más amplio en décadas. Siguió al asesinato de 19 estudiantes y dos maestros en una escuela primaria de Uvalde, Texas.
“Se han cobrado demasiadas vidas por la violencia armada”, ha dicho la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. “Pero él cree que tenemos que hacer más. Lo escuchará pedirle al Congreso que tome medidas y no se detenga… que debemos continuar”.
En el nuevo decreto, Biden ordena que su gabinete trabaje en un plan para estructurar mejor el gobierno para apoyar a las comunidades que sufren violencia armada. El plan requiere al secretario de Justicia, Merrick Garland, que refuerce las reglas para los traficantes de armas con licencia federal para que sepan que deben realizar verificaciones de antecedentes como parte del proceso de licencia. Información reseñada por La Voz de América
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