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Asociaciones de venezolanos formaron una federación en Argentina


Vicenzo Pensa, tercero de derecha a izquierda, se considera "un tipo con suerte." Foto: @PensaVicenzo

Vicenzo Pensa es el presidente de la Federación de Organizaciones de la Sociedad Civil de Venezolanos en la República de Argentina (FOCVA), la cual, en un año de gestación, logró reunir a 31 organizaciones de venezolanos.


Pensa comienza aclarando que FOCVA es el fruto de “la voluntad de todos los que decidieron trabajar en conjunto para solucionar los problemas de la comunidad venezolana en Argentina”.


Pero, ¿quién es este personaje de hablar pausado con acento de venezolano y un ligero toque Argentino…?


--Yo me fui de Venezuela el 17 de junio del 2003 -mire que eso nunca se olvida-. Soy filósofo y teólogo. Fui sacerdote dominico en Venezuela. Vine a Argentina, donde me casé y desde que llegué me inscribí en una sociedad civil llamada Asociación de Venezolanos en la República de Argentina (Asoven) que el próximo 8 de diciembre cumple 23 años. Entiendo que es la asociación civil más antigua de América Latina. Fue fundada por argentinos que regresaban de Venezuela y por venezolanos que vivían en Argentina.


Pensa afirma que es “un tipo con suerte” y enumera las razones: “encontré una buena mujer, me recibió una buena organización y pude desarrollar lo que a mi me gusta que es el trabajo social y el acompañamiento de la comunidad.”


Aclara que no es un expulsado político aunque cuando emigró comenzaba a sentirse la crisis en Venezuela. “En Argentina, en toda Argentina, cuando llegué había entre cinco mil y seis mil venezolanos. Asoven tuvo su prueba de fuego con el deslave en Vargas ( 15 de diciembre de 1999). La asociación tenía pocos días de fundada y ante esa tragedia, los pocos venezolanos que había en Argentina reunieron ropa, dinero, medicinas y enviaron esos donativos a Venezuela. En ese momento yo ni pensaba en ser migrante.


Una migración con derechos es una migración segura


Pensa se remonta al origen de FOCVA.


--Todo comenzó con lo que se llamó la mesa de organizaciones. Fueron diez o doce organizaciones que se reunieron para ir a la Dirección Nacional de Migraciones y plantear, de manera conjunta, las necesidades de la comunidad. Entre esas organizaciones estaba Asoven aunque yo no participaba en la mesa. Poco a poco se unieron más organizaciones, se buscó que las que estaban en las zonas fronterizas también mostraran su situación. De ahí surgió un consejo. Es entonces cuando me invitan a participar. Yo decía que me invitaban por ser el más viejo del grupo. El consejo se desarrolló y se instituyó el 4 de noviembre del año pasado pero en el camino, el presidente de la Asociación de Enfermeros Venezolanos en Argentina, Cristian Sánchez y yo dijimos, ¿por qué un consejo y no una federación? ¿por qué no algo que tenga una estructura jurídica y que represente a la comunidad sin ocupar el lugar de las organizaciones?

Se aprobó esa estructura y un día me propusieron que fuera el presidente de la Federación… Yo me siento muy orgulloso porque es algo que venimos trabajando desde hace años. Asoven, por ser la asociación pionera, en un momento intentó generar la federación pero evidentemente no era el momento o las formas no fueron las mejores y eso no funcionó. La Federación intenta ser un lugar de diálogo con todos. Con el gobierno argentino, con el gobierno venezolano, con la oposición venezolana o con quien tenga que juntarse pero sin ser parte de la discusión política. Lo importante es resolver los problemas que tenemos como comunidad: problemas migratorios, problemas graves de asistencia humanitaria, a nivel educativo con la convalidaciones de títulos, graves problemas de salud y tenemos la necesidad de que el país receptor, en este caso Argentina, conozca nuestra cultura y eso es parte de lo que el consejo intenta apuntalar. Que la organización tal, que es un referente en el tema cultural se pueda seguir organizando y pueda realizar actividades que la Federación acompañe a nivel nacional. Que si una organización tiene inconvenientes en llegar a la gobernación de una provincia, la Federación pueda tocar la puerta. No es lo mismo que vaya venezolanos en Mendoza a tocar la puerta a que vaya venezolanos en Mendoza con la Federación, con treinta organizaciones más en la espalda y pida que nos escuche.


--De los problemas nombrados, dígame dos que para usted tienen prioridad.


--El principal problema de los migrantes es no tener una documentación de identidad. La documentación es el principio de la solución de todo. Con documentación el migrante puede sentirse parte de la sociedad y puede exigir derechos, derecho a la salud, a la educación, al trabajo. Sin identidad el derecho al trabajo lo tiene medio coaccionado porque tiene que trabajar en negro y el profesional no puede acceder a la convalidación de su título, no se puede acceder a una vivienda digna. De manera que si comenzamos a resolver el problema de la documentación de los migrantes, ya sería un paso para resolver una serie de dificultades. En Argentina, afortunadamente, el tema de la documentación es muy sencillo pero a veces es difícil que se soluciones en los tiempos que uno espera. Considero que una migración con derechos es una migración segura.


--¿Usted pasó por ese calvario?


--No. Yo llegué y a los tres meses tenía mi residencia definitiva. Eso suele tardar dos años. Pero cuando yo llegué era otro momento. Éramos pocos venezolanos y además, me casé con una argentina. Pero eso no me ha hecho olvidar la necesidad de otros. Yo considero que somos corresponsables de todos. Lo que le pase a otro, quizá yo no tengo la solución pero puedo ayudar a encontrar un camino.


Las facilidades que tuvo como migrante no evitó que tuviera que reinventarse.


--En Venezuela yo era docente, filósofo, cura y teólogo. Como cura tenía que reinventarme de alguna manera. Como docente no pude volver a ejercer. Tuve una fiambrería, después tuve una venta de periódicos y revistas. Por eso digo que me hice periodista. Lo dejé porque es algo agotador, es de lunes a lunes. Después entré como supervisor de una empresa donde estuve un año. Actualmente tengo casi tres años en el área administrativa de una empresa, acompañando y orientando al personal. Alguien me dijo que con el trabajo social que hago yo sigo ejerciendo el ministerio sacerdotal. No sé si es totalmente cierto, pero es parte de lo que elegí en la vida. Mi elección de vida ha sido servir donde esté.


"En Argentina, los migrantes venezolanos somos Gardel"


Días antes de esta conversación, Vicenzo Pensa estuvo en Santiago de Chile en un Festival que tuvo por nombre “Hola América”. Explica que fueron dos días de charlas y él participó en

el panel de migraciones. “y si yo comparo la situación de los venezolanos en Chile con la de los venezolanos en Argentina, aquí somos Gardel. Quienes estamos en Argentina hemos tenido la suerte de que este es un país de puertas abiertas, con una ley de migración muy generosa y amplia aunque le hace falta implementar muchas cosas… eso ha permitido que actualmente en Argentina vivamos 172 mil venezolanos con documentación al día.


Pensa finalizó la conversación reflexionando sobre los motivos que llevaron a la unión de 31 asociaciones de venezolanos, cada una con intereses particulares: “Primero, la necesidad de resolver problemas comunes y segundo, reconocer, gracias a ese bicho feo llamado COVID, que no podíamos continuar cada quien por su lado buscando ropa y medicamentos para donar hasta que los organismos internacionales nos preguntaron, por qué no nos uníamos y descubrimos que cada asociación tenía una fortaleza que ayudaba a otra y hoy estamos dando pasos juntos para resolver problemas comunes. Nuestra meta, como Federación, es el bienestar de la comunidad de venezolanos.


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