Con motivo de la muerte de Olivia Newton-John, el pasado 8 de agosto, en las redes sociales recordaron la presentación de la actriz y cantante australiana en nuestro país, hace cuatro décadas, a través de Sábado Sensacional. Al ver el video, vía YouTube, resultó inevitable comparar la época de esplendor de este medio, que en noviembre cumple 70 años de su instauración en Venezuela, con la lamentable realidad de estos tiempos, cuando vive la crisis más aguda de su historia.
Allí vimos cómo el animador, Amador Bendayán, haciendo gala de la simpatía y cordialidad que le eran innatas, se movía como pez en el agua en su presentación de la estrella visitante, un rasgo de su personalidad que lo convirtió en una de las figuras estelares de nuestra pequeña pantalla y por lo cual vale la pena recordarlo. Durante los más de 17 años que estuvo a la cabeza del maratónico sabatino de Venevisión, su carismática personalidad, impregnada de abundante chispa criolla, atrajo el favoritismo de los venezolanos, que lo convirtieron en líder indiscutible de sintonía.
Por allí pasaron numerosas luminarias nacionales e internacionales, desde John Travolta, Rocío Dúrcal, los Cinco de Jackson, Julio Iglesias y Celia Cruz, hasta José Luis Rodríguez, Soledad Bravo, Sarita Montiel, Camilo Sesto, Raphael, Juan Luis Guerra, Ricky Martin, Donna Summer y Mirla, entre muchas otras. No hubo estrella que no brillara en ese firmamento de variedades.
Con todos estos astros Amador siempre salía airoso: les sabía hacer la réplica con simpatía y naturalidad cuando conversaba con ellos, poniendo de manifiesto su chispa y sencillez, apelando recurrentemente a algún comentario jocoso, un atributo que facilitaba su cercanía con esa teleaudiencia que lo seguía con devota fidelidad.
Nacido en Villa de Cura en 1920, era hijo de inmigrantes marroquíes de origen judío. A los 17 años decide incursionar en la radio como animador y actor cómico. La popularidad la alcanzaría en 1939, a través de Radio Libertador, en “Cada minuto una estrella”, programa en donde participaba como locutor mi padre, Aquilino José Mata, su gran amigo.
Luego desplegó una intensa actividad en varias emisoras, como Radio Caracas Radio, donde hizo “El Bachiller y Bartolo” y “La bodega de la esquina”, que adaptaría con notable éxito a la incipiente televisión.
Después filmaría varias películas en Venezuela y México, hasta que en 1971 asume el reto de animar un maratón sabatino por Rctv, llamado “Sábado Espectacular”, con el cual reventó el rating; tanto, que Venevisión no tardó en reclutarlo y en su nueva casa tuvo que cambiarle el nombre por el de “Sábado Sensacional”. Salió al aire por primera vez el 29 de enero de 1972. Allí coronó una eminente carrera, hasta su muerte.
“Me resulta imposible describir el placer que se experimenta haciendo feliz a la gente, así sea por instantes. Viéndola reír, siento una sensación maravillosa, un deleite inexplicable", dijo en una entrevista con Ricardo Tirado. La frase retrata en toda su dimensión a este ídolo eterno, que hoy recordamos como un hito importante de nuestra TV en sus fructíferos 70 años.
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