Un año para agradecer: 2025 y sus lecciones de transformación
- Eduardo Frontado SƔnchez
- hace 3 dĆas
- 2 Min. de lectura

La Ʃpoca decembrina siempre llega con una pausa necesaria: un momento para
reencontrarnos con la familia, volver a nuestras raĆces y revisar, con honestidad, el
camino recorrido. Este cierre de aƱo invita a mirar atrƔs y reconocer los aprendizajes que
han marcado el 2025, un perĆodo cargado de transformación espiritual, profesional y
personal. Ha sido un año que nos permitió entender que los sueños tienen matices y que
cada uno llega a su tiempo; que lo que alguna vez vimos como un norte definitivo puede
terminar siendo solo una parte del trayecto, y no su destino final.
Una verdadera transformación comienza cuando tomamos conciencia de nuestro valor
como seres humanos y de la razón por la cual estamos aquĆ, en este momento. La
llegada de diciembre me permite agradecer, reconocer aciertos y desaciertos, y
comprender con mayor claridad el trayecto recorrido a lo largo del aƱo.
Debo confesar que una de mis transformaciones mƔs impactantes fue escribir mi libro.
Ese proceso me permitió descubrir lo que llevaba años guardado internamente y ver, de
manera tangible āmĆ”s allĆ” de expectativasā, cómo es posible generar cambios reales
en quienes nos rodean.
El verdadero cambio personal ocurre cuando entendemos que hay personas en nuestro
entorno a las que no podemos transformar ni apartar, pero sĆ podemos modificar la actitud
con la que las enfrentamos para que no afecten nuestra paz. A la vez, es innegable que
existen seres luminosos que se convierten en anclas, razones y refugios; personas que
representan lo mejor de nuestra vida. Vivir sin amargura, con sabidurĆa, transformación y
firmeza es, quizƔs, una de las mayores enseƱanzas que nos deja este 2025: un aƱo en el
que comprendimos la esencia de la inmediatez, pero tambiƩn que esa rapidez carece de
sentido si no estƔ acompaƱada de humanidad y afectos.
El viaje de la vida nos permite descubrir propósitos que cambian con el tiempo. Lo que no
cambia es nuestra esencia, ni el compromiso de buscar una felicidad que nos transforme
cada dĆa en mejores personas y mejores seres humanos.
Me siento profundamente afortunado. A lo largo de mi vida āy particularmente en este
2025ā he adquirido herramientas que me han permitido entender cuĆ”n feliz puedo ser y
cuƔn transformador puede resultar un cambio de actitud en todos los sentidos.
Por todo esto, no quiero cerrar este artĆculo sin agradecer al 2025 por cada lección, por
cada reto que me dio fortaleza y por rodearme de gente luminosa. En especial, agradezco
a mi mamƔ, quien con su ejemplo, fortaleza y amor ha hecho que mi vida sea mƔs fƔcil,
llevadera y profundamente reconfortante.
Como humanidad, tenemos en nuestras manos la capacidad de transformar el mundo en
un lugar mƔs humano, permeado por los sentimientos, la esencia y la verdadera fortaleza
de la vida. Cada pequeño logro es una razón para agradecer; cada acto de resiliencia, un
recordatorio de que
. Al final, lo humano
nos identifica y lo distinto nos une.


