La NASA organizó un concurso para resolver uno de los grandes retos detrás de una misión espacial: qué van a comer los astronautas. Le llamó el Deep Space Food Challenge, en el que se inscribieron más de 200 empresas Hay de todo: hasta un batido de proteínas hecho con el aliento de las personas.
Los astronautas han basado su dieta principalmente en alimentos preenvasados. Este tipo de comida, que se usa actualmente en la Estación Espacial Internacional, tiene una vida útil de un año y medio, explicó Ralph Fristshce, gerente para la producción de cultivos espaciales en el Centro Espacial Kennedy de la NASA, a MIT Technology Review.
La fecha de vencimiento de la comida representa un obstáculo clave para los planes de la NASA de enviar una misión de astronautas a Marte. También para ejecutar viajes de exploración a la Luna de mayor duración. La agencia espacial estadounidense espera realizar en 2025 el primer alunizaje tripulado desde 1972. Se espera que la tripulación esté un poco más de una semana, pero la idea es que puedan regresar a finales de esta década para estancias más prolongadas, según reseña el portal web hipertextual.
De las 200 empresas que se inscribieron, 11 equipos avanzaron en enero pasado a la fase 2. Recibieron cada uno $20.000 dólares en financiamiento. Los participantes tenían que plantear opciones para alimentar una tripulación de cuatro personas durante tres años.
No tenían que armar la dieta completa, pero sí necesitaban crear una variedad de alimentos nutritivos para los astronautas.
Comida a partir del aliento de astronautas
"La Fase 2 fue una especie de demostración a nivel de cocina", apuntó Angela Herblet, directora del proyecto para el desafío de la NASA. "La Fase 3 va a desafiar a los equipos a escalar sus tecnologías", explicó a MIT Technology Review.
Air Company, con sede en Nueva York, fue la compañía que propuso un sistema que usaría el dióxido de carbono expulsado por los astronautas en el espacio para producir alcohol. Este líquido se emplearía luego para cultivar alimentos.
"Es hacer comida del aire", dijo Stafford Sheehan, cofundador de Air Company. "Suena como magia, pero cuando lo ves funcionando es mucho más simple. Tomamos CO2, lo combinamos con agua y electricidad y hacemos proteínas", agregó. La compañía ya desarrolla alcoholes a partir de CO2 para combustible de aviones y perfumes.
Este alcohol se puede utilizar para alimentar la levadura y, con este insumo, producir algo que los astronautas puedan comer. Para la competencia, Air Company presentó un batido de proteínas que, según explicaron sus creadores, es como un batido similar hecho con seitán, un sustituto vegano de la carne. "En realidad es muy rico", aseguró Sheehan.
Cultivos en el espacio
Interstellar Lab, una empresa de Florida, es otro de los 11 preseleccionados por la NASA. Su modelo se llama Nucleus y apunta a realizar cultivos en el espacio. Está formado por un conjunto modular de pequeñas cápsulas del tamaño de una tostadora, que funcionan de manera autónoma. Cada una puede regular su propia humedad, temperatura y sistema de riego, con el objetivo de cultivar diferentes vegetales.
"Estamos trayendo un poco del ecosistema de la Tierra al espacio", dijo Barbara Belvisi, fundadora y directora ejecutiva de la compañía. Pero no solo proponen cosechar vegetales. Según explicaron, las cápsulas también se podrían usar para armar criaderos de algunos insectos, como las moscas soldado negras, una fuente alternativa de proteínas.
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