Floria Márquez murió un año después de su hermano Rudy
- Aquilino José Mata
- hace 5 horas
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Aunque ambos desarrollaron exitosas carreras en la música, los caminos artísticos de Rudy Márquez y su hermana Floria transitaron rutas muy diferentes. Mientras él, muy joven, ya intentaba conseguir la fama en los escenarios en el ámbito del rock, a comienzos de la década de los 60, ella lo hizo después de haber estado 20 años como ama de casa.
Cuando arrancaba la carrera artística de Rudy, su hermana Floria era “una niña de su casa”, estudiante del colegio San José de Tarbes. Así lo narró en una entrevista que le hicimos para El Universal el 3 de febrero de 2019.
“Me casé a los 18 años -contaba Floria-, en la misma época en que Rudy se fue para España con Los Impala. Era un ama de casa y a los dos años tuve la primera de mis dos hijas. Trato de estudiar en la Universidad, mi marido no me deja y me meto a cosmetóloga. Por mi mente no me pasaba ser artista, ni cantar, ni nada de eso. A mi marido no le gustaba”.
Su vida da un giro el 10 de febrero de 1987, día de su cumpleaños, cuando con un grupo de amigas que la agasajaban fue a ver el show de su hermano Rudy, ya consolidado como estrella, en El Picoteo de Las Mercedes. “Acababa de quedarme viuda de un segundo matrimonio, a los 11 meses de la boda. Entre las dos uniones pasé 20 años casada. El manager de Rudy era Horacio Carbia y animada por mis amigas, que sabían que a mí ya me gustaba cantar, le pregunto que cómo podía hacer para actuar en un local con mi guitarra, Y él me contestó: "¿Y quién te conoce a ti?". Pero entonces ocurrió que a las 5 de la tarde del día siguiente, 11 de febrero, estaba en el restaurant El Parque, a donde otro grupo de amigas me llevó por mi cumpleaños. Había una hora de aficionados y ellas insistieron en que cantara. Lo hice, luego de lo cual Enrique Siso y Ligia Feo, los propietarios del lugar, me ofrecieron quedarme como relacionista pública y cantante. Fueron sucediendo cosas que nunca imaginé. Viene el cumpleaños de Carmen Victoria Pérez y Herminia Martínez y les hicieron una fiesta en el restaurante Visconti, en Parque Central. Allí estaban Abelardo Raidi, Omar Lares y un grupo de gente de los medios. Ligia Feo consideraba importante que cantara esa noche. Omar y Abelardo, al igual que Junio Pérez Blasini, se entusiasmaron y en sus columnas empezaron a hablar de mí. Allí empezó mi carrera, estando en el sitio correcto, a la hora precisa y con la gente adecuada”.
“Seguí en El Parque y empecé a tener un público entusiasta, que con sus peticiones me iba indicando cómo tenía qué hacer las cosas y qué cantar”, puntualizaba Floria. “Nunca fui de éxitos disqueros. Estructuré mi repertorio con las peticiones del público. Un día Rosalía Romero, la hermana de Aldemaro, me llevó un bolero titulado Hoy es viernes, lo primero que hice de la compositora cubana Concha Valdés, quien un día fue a verme y a partir de allí comenzó a mandarme su material. En el camino me llaman para ir a Le Parnasse, en el CCCT, actuando por primera vez como ¡Floria Márquez! Fue la apertura de mis grandes actuaciones.
Allí conocí a Pedro López, empezó el romance y se convirtió en mi productor y pianista. Fui a Miami, Argentina, Armenia, Colombia, actué con Manzanero y Los Panchos. Desde entonces no he parado. He cantado hasta 45 veces con orquesta sinfónica y me fui haciendo una artista integral en zarzuelas, unipersonales, etc. La mía no ha sido una carrera común, de pegar discos, sino de contacto directo con un público que me ha seguido a donde voy. El hecho de que Pedro López haya entrado en mi vida como músico y después como pareja ha sido absolutamente importante, porque él ha sabido por dónde llevar lo que yo era artísticamente. Lo mío es un cuento de hadas”.
Y actuando con Pedrito López al piano, fue que encontró la muerte este sábado 25 de octubre, durante un show en Casa Anauco, en El Hatillo. Cantaba la segunda canción de su repertorio, cuando de pronto se desvaneció y falleció en el acto, presumiblemente de un derrame cerebral. Es domingo, después de una misa de cuerpo presente en el Cementerio del Este, sus restos fueron incinerados.
Vale destacar que ambos hermanos murieron con un año de diferencia, pues Rudy falleció de cáncer el 9 de octubre de 2024, en Medellín, Colombia, donde residía, a los 81 años.


