Los migrantes, en su tránsito por distintos países de América Latina, adquieren enfermedades sexuales como la sífilis y el herpes genital (VSH-2) y sufren violencia sexual, por lo que varios especialistas alertan sobre la urgencia de que haya más medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento, así como menor discriminación y estigmatización. Un estudio publicado en la Revista Panamericana de Salud reportó que tras analizar a 462 migrantes en tres albergues de Chiapas, al sur de México, hubo una prevalencia de herpes genital de 29,9% y 4,5% de sífilis. Concluyen que se trata de una “reemergencia de la sífilis”, con una mayor incidencia en hombres que en mujeres (8% y 1,9%, respectivamente). “Los migrantes muchas veces no se acercan a los centros de salud pues temen ser detenidos, por lo que la presencia de infecciones, que en ocasiones son asintomáticas, no son detectadas y mucho menos tratadas. Por lo tanto pueden continuar siendo transmitidas o provocar enfermedad”, dice la principal autora del trabajo e investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública de México, Antonia Herrera Ortiz. En el artículo, reproducido en parte por elnacional.com, los autores destacan que parte de esta población “considera mal visto el uso del condón y que el tener un gran número de parejas sexuales es lo esperado para los hombres”. Por otro lado, “el intercambio de sexo como medio de supervivencia, ya sea por alimento o alojamiento, es una práctica a la que actualmente recurren tanto hombres como mujeres, con la creencia de que tener relaciones sexuales facilita su tránsito”, explican. En otro estudio publicado hace unas semanas en el Journal of Migration and Health, investigadoras de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, tomaron datos de encuestas y analizaron condiciones de salud entre migrantes y refugiados venezolanos en Colombia durante la pandemia. En sus resultados destacan que muchos migrantes tuvieron menor acceso a medicamentos y atención médica, y sufrieron otras complicaciones que afectaron su salud.
A partir del 11 de mayo comenzará la nueva política migratoria de EE.UU.
La política anunciada por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, comenzará a regir a partir del 11 de mayo. Luego de la reunión entre los presidentes Gustavo Petro y Joe Biden, el gobierno de Estados Unidos incluyó a Colombia entre el grupo de países que podrán aplicar la nueva política migratoria de ese país, que permite tramitar las solicitudes de asilo fuera de las fronteras estadounidenses. Esta política pone fin a la conocida como Título 42, aprobada durante la presidencia de Donald Trump, que permitía negar la oportunidad de solicitar asilo a los migrantes por cuestiones sanitarias. A partir del 11 de mayo, empezarán a operar Centros Regionales de Tramitación, que estarán ubicados en Colombia y Guatemala y serán puestos en marcha por organizaciones internacionales asociadas. Estos centros permitirán a las personas hablar con especialistas, que sus casos sean examinados y, si reúnen los requisitos, ser remitidas al reasentamiento de refugiados o a otras vías legales como programas de libertad condicional, reagrupación familiar o vías laborales existentes. Además, proporcionarán información sobre las opciones locales y los servicios sociales disponibles. España, Canadá y otros países se han comprometido a aceptar a personas que pasen por estos centros. La creación de estos centros es un paso importante en el fortalecimiento de las vías legales para migrar a Estados Unidos y en la mejora del sistema migratorio del país. Según el secretario de Estados Unidos, Antony Blinken, esta medida hará que las vías legales sean mucho más accesibles y permitirá a las personas determinar desde sus propios países si tienen una vía legal para migrar a Estados Unidos. Esto no solo mejorará la situación de los migrantes que buscan asilo y una vida mejor en el país, sino que también ayudará a reducir la migración irregular y las travesías peligrosas a través de la frontera.
Unos 25.000 migrantes están en centros de detención en Estados Unidos
Al menos unos 25.000 migrantes se encuentran en los centros de detención de Estados Unidos. La cifra se ha mantenido desde principio de año según un informe de la Universidad de Syracuse, en Nueva York. El informe explica que hasta el pasado 22 de abril había 24.944 personas en diferentes cárceles de inmigración del país. De estas, unas 15.124 fueron registrados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y 9.820 por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). La mayoría de los detenidos, 9.974, están en centros de ICE en Texas. El pico más alto de personas en centros de detención de ICE se alcanzó en marzo, con 27.723. ICE envía a menos personas a los centros de detención que CBP. Los números de ICE han ido aumentando desde diciembre de 2021.
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