La caravana de migrantes "Éxodo de la pobreza", que se reagrupó hace tres días luego de que el gobierno mexicano la disolviera hace una semana, tras partir desde Chiapas como la más numerosa a finales de 2023, decidió quedarse en el municipio de Tapanatepec, estado de Oaxaca, sur de México, a la espera de ayuda del gobierno nacional.
Este miércoles 10 de enero, los activistas encargados de la logística de la caravana, anunciaron que los migrantes permanecerán el tiempo que sea necesario en esta municipalidad, luego de haber avanzado casi 300 kilómetros desde la frontera sur de México, hasta que el gobierno mexicano les permita trasladarse a la Ciudad de México a bordo de autobuses y con un documento que les permita cruzar, sin ser detenidos, los retenes del Instituto Nacional de Migración (INM).
El mensaje, difundido en una conferencia de prensa y dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, fue ofrecido desde un albergue habilitado por la autoridad municipal de Tapanatepec, el cual, según los migrantes, no cuenta con suficientes servicios médicos, sanitarios y de agua potable.
"Nuestra petición es para el presidente López Obrador, le pedimos por favor que nos deje transitar, que se le ablande el corazón ver tantas madres con niños, los niños están enllagados con calentura, que nos ayude a transitar, porque no somos delincuentes", dijo Rosa Vásquez, migrante de El Salvador que se encarga de la logística con medios de comunicación.
Desde Los Corazones, primera localidad oaxaqueña donde pudieron descansar una noche, hasta Tapanatepec, unos 1.500 migrantes con al menos un centenar de niños, caminaron sobre la carretera Transístmica unos 30 kilómetros, agobiados por una temperatura de más de 30 grados que se incrementan por el asfalto caliente.
Por eso, en su tercer día en Oaxaca, decidieron no avanzar más y presionar al Gobierno mexicano "vamos a estar aquí, vamos a esperar esa respuesta", agregó Rosa Vásquez.
Con información de elnacional.com
Presidente Daniel Noboa anunció la deportación de presos colombianos, venezolanos y peruanos
El presidente de Ecuador Daniel Noboa, agradeció la ayuda ofrecida por Estados Unidos, China, Israel, Perú, Argentina y Colombia para superar la crisis que vive su país por la ola de violencia protagonizada por grupos delictivos.
A su homólogo de Colombia, Gustavo Petro, le propuso que se haga cargo de alrededor de 1.500 presos colombianos que permanecen en las cárceles ecuatorianas, lo que les permitiría "bajar el hacinamiento de las cárceles y reducir el gasto del Estado".
Noboa dijo que Ecuador está en comunicación con las autoridades de Colombia para el traslado de esos 1.500 ciudadanos e indicó que aplicará a quienes tienen sentencias de más de cinco años.
En las deportaciones también estarían incluidos ciudadanos de Venezuela y Perú, pues señaló que cerca del 90 por ciento de la población carcelaria extranjera corresponde a ciudadanos colombianos, peruanos y venezolanos.
Noboa explicó que, posteriormente, seguirán las deportaciones de extranjeros de países más lejanos.
Con información de eltiempo.com
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