El investigador y cirujano oncológico del Instituto de Cirugía Robótica de Paraná Brasil, el doctor Reitan Ribeiro, ha desarrollado la técnica, en fase experimental, que se ha dado a conocer mundialmente como transposición uterina.
El objetivo de esta intervención es preservar la fertilidad en mujeres que se someten a sesiones de radioterapia en el tratamiento contra el cáncer.
El método, realizado dentro de un protocolo de investigación, consiste en transferir los órganos reproductores a la parte superior del abdomen, para mantenerlos intactos durante las terapias.
Al final del tratamiento, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios vuelven a su ubicación original. A pesar de ser una técnica en desarrollo experimental en algunos casos se ha comprobado el éxito de la intervención médica.
¿Cómo funciona la transposición uterina?
Es una cirugía mínimamente invasiva, realizada con tecnología robótica, que extrae el útero, las trompas de Falopio y los ovarios de su ubicación original y los recoloca en la parte superior del abdomen, de forma temporal, para preservarlos durante el tratamiento de radioterapia que se realiza en la región pélvica.
Esto se debe a que, aunque no se dirija al útero, el efecto secundario de la radioterapia es perjudicial para los óvulos, lo que causa infertilidad o menopausia precoz.
Según Ribeiro, cirujano brasileño responsable del desarrollo de la técnica, la cirugía es de bajo riesgo y las pacientes suelen ser dadas de alta uno o dos días después del procedimiento.
Pueden sentir dolor o molestias en el postoperatorio, "pero, en general, tienen una vida normal, incluso con el útero temporalmente en una posición anormal", afirma.
El útero sigue funcionando con normalidad, incluso cuando se reposiciona, así como la función ovárica. Y, al final de las sesiones, los órganos reproductores se recolocan en su sitio.
La transposición puede estar indicada para pacientes que necesitan radioterapia para tratar tumores en el recto, intestino, vejiga, vagina, vulva (entre otros) y casos de sarcomas, que son tumores malignos en tejidos blandos, como músculos, grasas y tendones, en los que bastarían unas pocas sesiones de radiación para causar infertilidad.
De acuerdo con Renato Moretti Marques, coordinador del Programa de Cirugía Robótica en Ginecología del Hospital Israelita Albert Einstein, existen contraindicaciones para la transposición.
"Es fundamental que la enfermedad no haya comprometido el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Y si esta paciente no tiene ovarios funcionales, no es posible desplazar el útero, porque no habría forma de nutrirlo, y si ya recibió radioterapia pélvica, tampoco es posible realizar esta cirugía", explica Marques, que también es coordinador del Departamento de Oncología Ginecológica del Hospital Municipal Vila Santa Catarina.
Si la paciente no tiene ovarios funcionales, no es posible desplazar el útero, porque no habría forma de nutrirlo
Aunque ya se han realizado varias cirugías, la transposición uterina sigue siendo un estudio experimental.
La técnica ya se presentó en un congreso internacional de oncología ginecológica en 2016 y se encuentra en fase de publicación del estudio.
La primera cirugía fue realizada en octubre de 2015 en Brasil por el médico e investigador Reitan Ribeiro y, desde entonces, ha sido adoptada en varios países, como Alemania, Rusia, Argentina, Colombia, Estados Unidos, Israel, entre otros.
Decenas de pacientes ya se han sometido a la transposición uterina, veinte sólo en Brasil.
Sin embargo, hay antecedentes de casos fallidos en los que el útero se necrosó después de que un coágulo obstruyera la arteria, impidiendo la nutrición del órgano de la paciente.
Marques afirma que "lo perdería de todos modos debido al tratamiento de radioterapia, por lo que esta es una oportunidad para que la paciente preserve el órgano reproductor".
Aún se trata de un estudio experimental de fase 3 a largo plazo, realizado con las propias pacientes.
En la actualidad, se encuentra en la fase 3 de los estudios, con un gran número de pacientes para evaluar a largo plazo, porque hay pacientes que ni siquiera han intentado quedarse embarazadas todavía, porque son muy jóvenes, explica Ribeiro.
El cirujano brasileño subraya que hoy en día el objetivo de la oncología no es sólo curar a la paciente, sino conseguir que tenga la misma calidad de vida que antes de someterse al tratamiento. Esta fue su principal motivación para el estudio de la cirugía de transposición.
"Hace diez años, intentábamos curar el cáncer a toda costa e incluso pecábamos por exceso. Hoy, no sólo queremos curar a un paciente con cáncer, queremos curarlo y que tenga una vida normal". Noticia reseñada por el Nacional
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